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Salón "América."
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que ello implique poco aprecio
ó
desdén por los libros europeos, ·
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cúmpleme apuntar que, de preferencia, he procurado que en la
nueva Biblioteca de Lima se encuentre el mayor número posible de
obras escritas en América
ó
que sobre ella tratan. Las relaciones per–
sonales
y
literarias que, de¡¡cle hace años, he cultivado con los mas dis–
tinguidos escritores de nuestras repúblicas, facilitaban en mucho mi
propósito.
En las repúblicas del Plata los señores Trelles, Obligado, Casava–
lle, Wilde, Pelliza, Lamas, Zuviría, L(lp-ez, Navarro-Viola, Lagomag–
giore y las señ·ora::i Gorxiti
y
Mansilla de Garcia, contestarn:µ inmedia–
tamente mi invitación enviando gran cópia de vohlmenes. El gobierno
argentino, por su parte, ha contribuido tambien á enriquecer los dos
estantes que, en nuestra Biblioteca, están destinados
á
los escritores
de esa nacionalidad.
No menos importantes S?n los obsequios del
Smithsonian
de Wás–
hington
y
del gobierno de la Gran república del Norte. Dos estantes
comprueban la magnitud del donativo.
El Ecuador figura en el salon
América
con obsequios de su gobier·
no
y
de los señores Antonio Flores, Pedro Carbo, Juan Montalvo, Ra–
fael Arizaga, Pallares Arteta
y
otros literatos.
Aunque no tan crecidos como los anteriores, los conting'entes ve.
nezolano, colombiano, mejicano, centro-americano
y
boliviano, están
distribuidos en tres estantes. La estrechez del tiempo
y
otras 'pe–
queñas causas han impedido que lleguen con oportunidad algunos ca–
jones de libros que, segun correspondencia de mis agentes, debo, en po–
co tiempo mas, recibir de esas repúblicas.
La Biblioteca del Janeiro ha obsequiado á la de Lima con algunas
notables producciones de la litera.tura brasilera, y actualmente se eB–
cuentra en viaje un donativo de los mas culminantes hombres de letras
del vecino imperio.
Las principales oóras de los mas notables escritores de Chile ocu–
pa'Il lugar en este .santuario de las letras donde no tienen entrada las
pasiones
é
intereses que dividen á los pueblos. Los libros pertenecen
á
la humanidad antes que
á
determinada circunscripcion tenitorial. No
pequeña parte de los volúmenes que forman la interesante seccion chi–
lena, es obsequio del librero español don Rafael Jover
y
de mi excelen–
te amigo don Carlos Toribio Robiuet.
Peralta, Valdez, Unánue, Olavide, Llanos-Zapata, Caviedes, Cosme
Bueno, Moreno, Pando, Viclaurre, los Pardo, Manuel Segura, Larriva,
Oorpancho, Adolfo Garcia, cuanto prosador ó poeta ilustre despertó
ñ.
la vida en esta patria, sobre cuyo tristísimo presente irradia ya la luz
de espléndido porvenir, está representado en la sección peruana. Cons-
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