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porque no
'hay
casi diferencia de precio entre los
vinos comunes naci\)nales
y
extrangeros.
12~
El
té
y
el café, son considerados por
varios
observadores,
y
notablemente por Bocker
y
Leh–
mann, no como alimentos, sino como agentes capa–
ces de atenuar las ·pérdidas que sufren los tejidos
·animales. B2jo este aspecto son mirados por I-Iead-.
land, como pseudos-alimentos. La coca se
halla
.evidentemente en este caso. Este vejetal como el té
y
el café, no tienen, por su composicion química,
y
·atendidas las '1ósis en que s.e usan, cantidades
suficientes de azoe y earbon para que puedan ,ser
consideradas como sustancias reparadoras .
.El
té, el
.café, el mate,
ó
yerva del Paraguay, y la guarana
del Brasil, tienen un alcaloide, llamado cafeína, y
]ú.
coca, otro den.ominado cocaí:m.a: uno
y
otro tienen
la
propiedad de mitigar el hambre, y su uso per–
m:ite disminuir las cantidades de azoe
y
carbon, que.,
sin ellos se requeriria para la reparacion :de
n
ues–
tras perdidas diarias. Sin embargo, esta alimenta–
cion negativa, si es permitido "Qsar esta espresion,
-tiene
.límites
mas restringidos
de
lo que se crée
generalmente. Las maravillhs que se refieren de la
coca, tienen mucho de exageradas. Los indios de
la sierra que son 10s que mas u.s0 hacen de este
vegetal toman bastante maiz, habas, cebada tostada
&~
para que su fuerza m.uscular
no sea,
atribuida casi
esclusivamente
á
la coca.
En el análisis que presentamos de las hojas de la
,coca,
se
ha prescindido del carbon y azoe qae con–
tiene la cocaína; porq
ne
estas sustancias
en ese es–
tado de con1binacion como el de otros n1uchos alca–
loides,
es
eliminada sin contribuirá la reparacion
.de los tejidos animales, ni á la produccion del calor.
13.ª Aun.que teniendo
á
la vista el cuadro mime–
:ro
3
puede formularse una racion alimenticia para
distintas personas, segun las bases señaladas
en
otro
lugar,
hemos
crcido
qu o
no
serán
vistos con
,d isgusto algunos n1odelos
<le
r a ciones normales,
y
el
c álculo
por
men o r del valor alimenti c io de cierta