almalatina_1915

ALMA LATINA

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Cuadro vivo: "Cuando los pájaros abandonan

el nid-0."

· El señor Valverde es tl'll fotográfo

nacional. No· l es qnepa á Uds. la ·me-

119r duda. No me refieró al estima–

ble don Jorge. Al Robespierre

tfoi–

versitario. Uds. comprende!l que_ el

señor ' Yal verde será todo en su. v ida

menos fotógrafo. Porque impresiona–

ría demasiado á ·las placas y a l pú.~

blico.

Pues bien este . seño r es muy tra–

bajador.

Y '

estaba t rabajando ·e l ot ro

día

en su estud io : Como todos los días

Ret~ca1:>a

las

cader:1-s d e u_na'jan;ona

de AbaJO

d.el

Puente. R e to c'aba· pa–

ciente, · a1 tís ti•c"amente.

Y -

seño r

Valve:i;d-e s~ ~séntía trancp:úlo.. · Felí~:

En plenp arrobamie~1to' artístico.

D e pronto sintfó,

(fo

ruido. Un mi{

do inmenso . EnsóMecedor. Et seño r

Val verde soltó··:a la jamona. Y sé pu–

so de ·pié, El ruido seguía. Y se ac'er–

.caba cada ·vez mas. Por la mente del

seño.r .Val verde , pasaron pensami-en–

tüs1 tragicos. ¿Algún escuaefró1:1 de

ca.ballff5ría que , venía

ret:rntarse de

cuerp·o -entero? ¿La Cámar a de Di–

,putados en co rporación?

. Pues ,t1ada de eso . Los que ingre–

saban haciendo so11ar sus zapatos so–

bre el·entablado ei.,.an nada · menos

que.los alumnos del

año de J uris–

prudencia. El 5"

añó

que s intiendo

,romanticismos de hnachafa enamo–

rada iba á r etratarse . A inmor tii.lizarsé

.antes . de la se paración. Pprq_~e e l

año se va. Se va p ara siempre de

la Universidad. Son ya muy v iejos.

Hace siete años que ingresaron. ¡Y

yi:i,

se van! .

P ero el señor Val verde no los co–

n.o cía. Al ver sus semblantes se cal–

mó, Eran semblantes pacíficos. Nos–

talgicos. Hubiérase dicho una colee-

. ción d e sobr evivientes de Tarapa9a.

El ·señor Valverde recobró su sereni-

dad. Y volv ió

su entusiasmo art ís–

tico. Haría un soberb io cuadro. ,Sa.–

éaria á todos de busto. Unas admi–

rables cabezas de estudio.

miraba

con atención las iniciaciones de cal–

va en la ca.beza del señor Denegri.

se de-tenía· ante una cana, Una ca–

na prematura·. Una cana, de plata qt;te

lucía entre lbs rizos negros del señor

Rev·oredo.

trataba de ver .la ca1·a

de un señor ele sombrero de .gr:_and~s

alas negras.

lo que más ·gracia 'Je

hacía a l senor Valverde era qne n o

podía encontrársela. Aque l señ_oi· es–

taría disfrazado.

lo más cómico ei'a

que

esta

ba disfrazado de sombrer o.

u.el

señor original era el

se·ñ:or

Meza..

señor Val verde estaba encanta–

do. Iba

·á

ser un duad r o admirab le.

Pero e l señor Legúfa obj etó algo. Se

ría preferible 'el · r etnUo de cuerpo

ei1 te-ro. P orq ue ¿a'doude le d ejaban

é l s n tall e? · El seftor Arancibia ob;

servó .tamb ién que noi. sáld rían ,sus

e;,catp ines. Al señor Edrneopar le

daba lo mismo q ue lo sá'caran de bus–

to qne de · cuerpo entero, 'Sie111¡'> r e

sa.ldri a igual.

, .,

;

A l fin se ado_pt6 el ptoced imi:euto

~consejado po-i1 el se'ñor I:1ognia.. Y se

arregló el ouacfr-0. De pro 11 ~0 a l-gL'l ien

notó qne se babia perdi~o e l . seño r

Revoredo. Y el señor Revoredo es–

-taba en un rincón de la saLa extasia–

do en la contemplM ió.n de un a. ·a.lum–

·na de alg nn

Colegio pára seño ri ta;s ,>

vest ida de Libertad . Se le, trajoí al

grnpo . Nnevo a ler ta· el señor Elgne–

-ra se había quedado dormido en plena

abstraccíón metafís ica. Se le desper–

tó

se le puso a l corriente-de las co–

sas ele Ja r ealidad. Vol vióse

ái

dar el

alerta . Se ordenó mirar al aparato.

Y al señor Iberico no le daba la gana,

de mirar. Y miraba al techo. Al fin

el señor Val verde perdió

la pacien–

cia. Y sacó el grupo. Así h eterogé-