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Huérfano de padre en los primeros dias de; la vida, pas6 algu–

nos años de su niñez al lado de su madre, que de-;eosa de darle

una educacion distinguida

i

asegurar su porvenir, le envi6 a

E paña, a la edad de

12

años, recomendándole al cuidado

i

benevolencia de algunos deudos que gozaban de alta

i

holgada

posicion en la Metrópoli. Despues de hacer algunos estudios en

el Seminario de nobles de Madrid i en la escuela de marina de

la Isla de Leon, Blanco fué incorporado en la escuadra de Es–

paña

(1806)

••Serví seis años (dice el mismo) en la marina es–

pañola; pero al abandonarla para venir a ofrecer mis débiles

esfuerzos en favor de la independencia de mi patria, traia estu–

dios hechos de mi facultad i la honra de haberme hallado en

clase de guarda-marina en el combate contra la escuadra fran–

cesa en Cádiz; servicio por el cual

fu{

ascendido al grado de

alférez de fragata,,

(2).

A fines de

l

807,

habiéndosele destinado para la plaza del

Callao, vino a Buenos Aires en Ja fragata

Flora

i desde allí em–

prendi6 viaje por tierra hasta Chile, donde estuvo pocos dias,

embarcándose luego con destino al Callao. Sirvi6 en esta plaza

hasta

181 l,

bajo las órdenes del comandante de marina don

J

oaquin Molina, con quien tenia deudo de familia; i habiéndose

sabido en Lima que el Gobierno revolucionario de Buenos Ai–

res había nombrado por capitan de artillería a Blanco, lo que

probablemente fué un mero rumor, el virrei Abascal crey6 pru–

dente hacerle volver a Cádiz. Mas, a poco de su regreso a Es–

paña, Blanco consiguió, mediante el empeño de personas influ–

yentes, embarcarse en la fragata

Paloma,

que vino

a

reforzar la

plaza de Montevideo, asediada a la sazon por los patriotas de

Buenos Aires. Encargado por el comandante Sierra de atacar

las balizas de este puerto, Blanco se excus6 con las relaciones

de familia que en la ciudad tenia, por lo cual se tom6 la reso–

lucion de mandarlo de nuevo a España. Pero Blanco tenia ya

(2}

«Contestacion del Vicealmirante Blanco Encalada a la vindicacion

apolojética del capitan vVoo ter.» Dió a luz e te opú culo el jeneral Blanco

en 1836 para refutar el cargo de deficiencia profesional que le imputaba el

autor de una «Vindicacion apolojética del capitan Woostern, in erta en el

núm. 37 del

Barómetro de Chile.