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1

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I

30

1

Un escuadran de id ..................

120

Dos cuadros de batallan............

170

Batallen Portales...................... 640

Id.

Valdivia ...................... 680

Id.

Val paraíso ........... ....... 680

Id.

Colchagua.................. 5

10

Tres escuadrones de caballería..... 480

Una compañía de artillería lijera.. 60

Escolta del jeneral en jefe...........

70

Dos compañías de

vices.......... . .

I

80

Columna

peruana. 420

Tropas de

Chile....

3,200

El ejército parti6 el

I

5 de Setiembre. El r4 habia dado la

vela para Cobija el trasporte

Napoleon

convoyado por la goleta

de guerra

Peruviana,

llevando un cuadro de reclutas volunta–

rios

(la columna del comandante Fri/olét)

que debían ocupar

aquel puerto e iniciar una diversion militar en combinacion con

las tropas arjentinas, para lo cual se habia prevenido al jeneral

Heredia que destacase una columna sobre Atacama.

El

22

de Setiembre los traspor tes i escuadra de Chile fon–

dearon en Iquique, donde, sin motivo racional conocido, se detu–

vieron hasta las 4 de la tarde del

23.

El

25

por la tarde llegaba

la expedicion a Arica. El

Aquz'les

i

la

Dlbertad

penetraron en el

fondeadero para batir las fortificaciones del puerto, miéntras dos

compañlas de cazadores desembarcaban para apoderarse de Ja

poblacion. Al simple amago de este ataque combinado, huy6 el

jefe militar de la plaza i se dispersó la fuerza que tenia a sus

órdenes. El vecindario arrió la bandera de la Confederacion que

flameaba en la fortaleza,

i

saludó al ejército restaurador con

vivas i aplausos prolongados. Blanco con una parte del Estado

Mayor, el jeneral La Fuente i otros jefes peruanos, saltaron a

tierra. Varios vecinos solicitaron en la noche del mismo

25

se les

dijera si el ejército desembarcaba o nó en aquel puerto, para

apoyar sus operaciones en el caso que desembarcara. Ofrecieron

300

mulas para trasportar el parque, equipajes, etc., a Tacna,

asegurando que el ejército seria recibido con estusiasmo en

aquella ciudad. El jeneral en jefe no aceptó las razones que se

le expusieron para el desembarco en Arica, i aconsejó a los veci-