I I
T.
en
l:t
opicJl de
AccnJ~
clicf
i;is fic1tas,
las dio cierra
for.i
ma
de rcprescnt.1cion, inrerp< !Jndo
sus
cnlHicos con un
:iébr
e¡
1c
rrprescmase
ar.una
cosa,
imcrin descansaba n
los
musicos.
A
Tespis uccdP
'qu1h1,
y
á
este un Sofo.
ile~:
uno
y
otro
le
ft1eron perfeccionando sucesivamente,
aunc¡ue discurriendo
1
or las
espesas
sombras de remotos
siglos, no
es
facil
sin mucha fatiga, y
trJbajo hal lar una
completa
dél
de
las epncas de
su
mayor perfeccion.
füsta s:i vcr que
la
mgcdia · como
todas las
de~
mas
cosas
Ju
tenido sus vici1iwdcs; pero que
á
pesar de
ellas,
y
el pcrveno corrompido gusto, con
<]Ue
en
to–
do tiempo J13n procurado 3fearia,
y
deslucirla, nunca
fa l–
taron patronos sa 1ios,
y
celozos dd bien publico, que la
sacásen
!i
salvo,
l:t
honrasen con su proteccion,
y
la
pcrfrccion:lsen con su
talenro, hasta
reducirla
al estrcrno
gr:ido de pcrfecci
o,
en q•Je
ya
ha
llegado
á
ser el
mas
predom objeco de los ingenios ma1 brillantes
de
Europl,
el mas agradable, raci
)nJ\,
y
uti\
entr::ceni~iienco
del Publi–
co. Hasta qui del origen, y progresos de la mgedia, cuya
detínicion bara
el
puncipio
d l
siguir:nre discurso.
PROSIGUE EL RA5GO PI
TORESCO
DE LA
MA~
dama Limt ñl.
VOL'
I
en
mi,
tri.etc venwra
!
y
por
qHe
no reservaste
mis despojos en la obsrnra region del olbido,
,1nw
que
1>i-.
da me diera_;,
s1
ba..\•ia
de ser, para
reiterar en mi
lo;
rigores de
mltl
muare
urrible, )' e_;p11111osa
!
decía
yo, al
ver rrasf,irrmdo e\ agradable teatro en conh1so bberinco
de
voces,
que :iltcrnad:is con
los
mas fo rmid3bles brami–
dos del
ayeado elememo,
y
con
los penttrames 5il vos que
el