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ln
dnd
s, por
lo que
la especulacion podrá eslablec<mie
us] sobre bases seguras.
Vistas las
dificu1tndes que
se oponen en Chile
al
e~
..
tablecimiento de las plaut.a.ciones del modo que h e111 os
indicndo
y
á
conseguirse
un
prvn to resu1taclo lucrativo,
hemos iniciado plantaciones con mayor númeru de plantas
del que en
rnalidad
se n ece'"'Ítnba para conseguir
mi
pro~
dueto determinodo.
Inic~amos
tambi1m un si s tema de
distribucion de las plantaciones
y
de cultivo especia] qu e
se
acordaba con las circunstancias de una localidad especial
1
y
otras como esperimento . I-Icmos preferido el sistema d e
plantacion a.parte d e cualqui era otra especulacion d e
In
Agricultura, para ímpedir que los aninrnles deterioren
la moreras, siendo mu chos los que van sueltos, como
tam
bien que no se lastimen la s plantas por las torpesas
de los trabajadores si se hubieran de practicar otros cu
l e
ti vos en el mismo terreno q ue el de la morera, atendiendo
á
su
il-iesperiencia
y
poco c uid ado. Por lo mismo convie
0
nen mas las plantas de baja que de alta talla, por ser
aqn ella mas fácil
á
podarse, recoj er
fas
hoja5
y
cultivarla º
Lo
es del mismo modo para poderse cri ar derecho
que
los d e alta talla, por lüs vientos periódicos d el Sur que
siempre ladean las plantas de lado opuesto.
Cuando se trata <l e establecer en circunstancias de
nrn ~
te ria
ó
de
localidad d istintas, debe conocerse aq uell o ''
que se debe dar preferencia,.
ya
sea
á
la
ola.sede
rnorern~
1
modo de plar:tarse, cultivo, poda etc.
Por
ejemplo
al
Sur de Chile en que llueve
y
la atmósfera es mas
húmcd~
y
la vegi tacion
tardía, conviene p refe rir variedades
d
moreras que .brotan tern prano
cuya~
hojas fuesen mas
consistentes, que para las plantaciones mas al Nor te, er ..
que
es preciso
tener
presente
las localidades
en q ue
cu.e1