I1~::;ta
importantísima declarncion
110
ha sido
jam{i,s
contra<liclia ,
ni
por
el
reo,
ni
por otro testigo alguno. Chinclrny obraba
io ~3-
11irado
por el
arrepentimiento
y
temiendo que yo lo com prendie–
se
60
el juicio como encub1 idor. Chincl1ay es a.hora nada ménos
que rector del colegio de Ayacucho
y
oportmrnment.e solicitaré
que ratifique su primer testimonio,
ya
que no es posible carear–
Jo con
V\
como debería hacerse. ¿Qué corolario se des prende
del · hecho
de
proponer una transaccion, restituyendo un bien
inmueble? ¿Acaso el que ha tenido djnero propio, el qu e se con–
sidera inculpable , el que ahora mismo niega su responsabili–
dad, en
la confesion, autoriza á su amigo para que
le
alcanze
la
cesacion de todo acto persecutorio, mediante la entrega de la ca–
sa
comprada? ¿No quiere esto decir que mi dinero sirvió para
esa
compra; que el remordimiento
y
los apremios de justicia
lan–
zan á pesar suyo, al delincuente, en la via de la repa racion? Asi
lo con;iprendo yo, y
ta.l
eg la. explicacion verdadera del hecho
que
voy relatando
y
comentando.
Si yo soy
un
calumniante temerario, como se
ha
repetido
hasta
la
saciedad
de
la ofensa
y
de la injuria,
en
todas las páginas
de
este
procc~o
¿por qué premiar mi injusta conducta, con el rega–
lo de
una
casa? No: yo no calumniaba:
yo
decia
y
digo la verdad
y
la
verdad
es que
L*
tiene delincuencia;
que
como
una
sombra
siniestta le persigue; que la Yé aun4ue cierre los ojos; que la
palpa:, aunque adormezca su sensibilida d; que penetra sutil, aun–
que la
conjure, por las
mas
estrechas rendijas de su cerebro;.
q:ue oprime su corazon que solo recibiria desahogo confesando la
culpa
y
aceptando resignado el castigo, hoy inevitable, un tiempo
eludible para
ól.
.;(–
*
-:r
Con esta série de pruebas, todas convergentes al mismo rcsul–
tardo! todas unidas entre si por la
mas
perfecta combinacion, d e
tal . manera que
de
ellas no puéde fluir otra consecuencia que
la
cnlpabilidad del reo; pasaron los autos al ministerio fiscal, que ex–
pidió el informe de fojas
192
vuelta, 193
y
194.
En este docu–
mento se encuentran tambien analizados todos los datos que con–
s}gma el proceso,
y
fundada en. ellos la mas cabal certidumbre,
aquel
ministerio comienza con estas palabras que reasumen
su
opinion:
«
en el proceso obran muchas priu;bas que manifiestan
la culpahzlídad del enJuiciado D. P A . L.
E sas pruebas es–
tán patentizadas allí con claridad. con método
y
co n rigor
Jó-