Previous Page  362 / 496 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 362 / 496 Next Page
Page Background

2

EL ESPEJO

y

tanto,

que,

atendidas las- arviba· mencionacfas

disfrae–

ciones matinarles, y Ja multi'tud de srnsabores

a

que es–

tan espuestos los hombres que velan mas que

el

vulgo,

estoy por decir con Ariosto

·

nse

'l

dormi-r

ini

da gm1dio

e

il

v~gghiar

guai

".Possa io dormii- senza destarmi

mai.n '

Pero soy en mis citas la exactitnd en persona;

y

csta cualidad

rara en tm

puebfo,

en

doride

nadi-e

asis–

te

a

sns citas, cnandb asiste, sino coa dos horas

de

atraso, vence, siempre que la ocasiou J.o pi·de, mi am{Jl''

a

las sabanas. Las ocho

era

la hora

COilNenida;

y

aunqNe conocia

muy

bien

la

jente

con q

uien tenia·

que

habermelas, resonaba el ultimo ee'o cl.el agudo esquilon

de

la

Ca.tedral,

y

yo·

entraba

pGr

las puertas de

Don

Pantaleon.

La:,

maiiana~

de

invi·erno

de Lima

tiemm un tipo

partieular, que quiza no se encaentra en ningun otro

pais, aunqne pertenezca

a;

la misma zona,

y

cuente

la misma latitud. Las mas crudas <le eUas uo · tienen

en contra mas qne una lijera llovizna, que en ningn–

na parte podra rnerecer el nombre de aguacern,

y

que,

si mrestrns

~alles

fueran mejores, no sen iria

de

moles–

fra, ni aun

a

las damas mas melindrosas. Ann tales

como. son las fernentidas ealles, mis leetores deben

cl~

Imber obsen'ado, com

o yo, qu

e en lo mas 1·igoroso

de

la

estacion,

se

ve

el

zapa.to

de

rasl'>

blanco figurar

sobre nuestros lodazales, como pndiera en una aHom–

bra tn..rica.

La mafiana <le

crue

hablo era todaxia una excep–

cion de las mailanas de invierno:. una manaua, en que

aparecia el horizonte entoldado con una niebla ent,re

densa

y

sntil;

que aTgunas

veces aejaba caer un im–

perceptible rocio, y otras daha salida

a

unos tibios

ra–

)'0$

de

sol: nna manana

cluclosa~

fodecisa,

intermite~te. . Como

haolo

con- to<los, me esplicare con las d1-

ferentes eofradias de mis lectores.-jOficinistas! la ma–

fiana del espr.diente era como·cie.rtos informes, en que

decis

y

no decis, en q11e qnereis atender

a

}a VP.Z-al

@mpeiio del amigo,

y a

la Tey que se quiere infrinjir,-a

los deseos del gobhm10,

y a

las impertinencias

del

pre–

tendiente.-j Leguleyos! la manana sujeta materia

er~a

c9mo muGhas causas, en que es preciso, para sahr