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que un soldado de caballería que estaba de centinela, de cua–

tro que mantenía la guardia, se le había huido un preso por el

descuido que deste había tenido, en haberse ido a calentar en

la

fogata, volviendo la espalda ·a los reos; mandé pasar lista

y

de facto hallé que faltaba un indio, que desde el Cuzco ve–

nía sin prisiónes (s), llamado Bernardo Castro, casado en Tin–

ta

y

·con varios hijos, por quienes frecuentemente hacía memo–

ria. En su aspecto representa treinta y cinco a cuarenta años,

su color trigueño, de competente estatura, ojos vivos y bastan–

te ladino en el idioma español. Con dicho aviso mandé reco–

noce·r. con gente práctica, las quebradas y cerros. Despaché

cartas de aviso a los Corregidores de Guanta y Guamanga, con

noticia de su nombre, apellido y señales, dejando escargado

a un alcalde de Castro Virreyna, nombrado Bisente Sotelo, para

que haciendo gente, solicitase su persona en la jurisdicción de

Castro Virreyna; mandé poner en arresto toda la guardia; re–

cibí la correspondiente sumaria, para venir en conocimiento

de la que ·en que cometió la fuga el reo, y quien era el solda–

do que incurió en semejante descuido; con cuyas diligencias, y

puesto en arresto el soldado culpado, determiné ponerme en ca–

mino para el Tambillo, en que (se) volvió a tomar nuevas pro–

videncias, como todo consta por los documentos que presento.

Al siguiente día me demoré en dicho pueblo por falta de mu–

las,

y

al subsecuente caminé para lea; de suerte que hasta dos

jornadas antes de lea, no tomaron providencia alguna los tenien–

tes

y

alcaldes de Castro Virreyna, como lo comprueban los do–

cumentos que, con todo respeto, manifiesto a Vuecelencia; y

aunque me hago cargo que el Gobernador no ha tenido ninguna

omisión, por hallarse en la ciudad de lea gravemente enfermo,

no hay duda que sus tenientes han faltado en el todo el cum–

plimiento de las órdenes de Vuecelencia;

y

también el que ellos

han sido la causa de los perjuicios que se han originado al ser–

vicio del Soberano y a la Real Hacienda de su Magestad; lo

que rendidamente expongo a Vuecelencia, para los efectos que

_pucd'.m combenir.-Dios Nuestro Sel'íor guarde la import:-"nte ·vi–

da d<.! Vnecelenda imi.:hos y felices años.-Lima y Noviembre

veinte y ocho de mil setecientos ochenta

y

tres.-Beso la ma–

no de Vuecelencia su más rendido súbdito.-Jacinto Iriarte.–

Ex .:elentísimo Señor Don Agustín de Jáuregui."

(t)

(s) Por este dato ·se deduce qtl!e otros presos iba·n con pri–

sio·nes, encad.enados, jusltificando así lo rel1Mado por Juan Bau–

tista Túpac Ama·m en s·us Memorias.-(F.A.L.)

( t)

Los cinco cel'tifka1dos de defunción quie co,piamos en se–

guida corresoonden a seis de los que no pudieron llegar con

vid a a Lim1a, de los 78 presos q•:ie salieron

d.~ ¡

Cruzco. Para

0 1 !-