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"Certifico yo el licenciado Don José Travi Itazo,
Cu.raCoad–
jutor de esta Doctrina de Abancay, provincia de
este nombre,
corno hoy dí!\ diez del mes de Octubre de mil setencientos ochen–
ta y tres, sepulté en esta Santa Iglesia, de Coro y Cruz Alta
y doble de campanas, el ouerpo mayor de Antonoi Túpamaro,
al parecer de edad de cincuenta años, poco más o menos, na–
cida en el pueblo de Surimana, provincia de Tinta,
la
que se
conducía por el Señor Comandante Don Juan Gonzales a
la
ciudad de Guamanga, a entregarla, con los más reos que con–
duce, .al Comandante que en dicha ciudad espera, por orden del
Excelentísimo Señor Virrey de estos reynos; cuya partida que–
da asentada en el libro de asentar las de difuntos, al (!Ue me
remito. Y para que conste doy esta certificación en dicho día,
mes y año.-José de Travi Itazo."
"Certifico en cuanto puedo y haya lugar en derecho. yo Don
Francisco Xavier Alfaro, Cura propio y Vicario de esta Doctri–
na de San Pedro de Andaguailas, Comisario del Santo Oficio
de (la) Inquisición de esta Provincia, como en un libro donde
se sientan las partidas de los finados en esta dicha Doctri–
na, está una partida a
la letra como se sigue.-En la Santa
Iglesia de San Pedro de Andaguailas, en catorce de Octubre de
setecientos ochenta y tres, enterré el cadáver de Margarita Cón–
dori, natural del pueblo de Tungasuca, provincia de Tinta, al
parecer de cuarenta años (viuda de cuyo marido no hubo quien
diera razón) quien vino presa de orden superior y al tránsito
de este dicho pueblo falleció. Recibió los Sacramentos, de que
certifico.-Así consta y parece en dicho libro a fojas ochenta y
cuatro vuelta.-Dada en dicho pueblo, día, mes y año, a peti–
ción del Comandante Don Juan Gonzales, y lo firmé.-Fran–
cisco Xavier Alfaro.'
"En el pueblo de Tambillo en diez y nueve de Octubre de
mil setecientos ochenta y tres, recibí un cadáver de una mujer
nombrada Ventura Monjarás, vecina de la Doctrina de Tinta;
la dicha era de esas presas que venían del Cuzco conducidas
por el Comandante Don Juan Gonzales, y para que haga cons–
tar donde le convenga dicho Señor Comandante, doy es ta cer-
<:uLar los sufrimientos que soportaron
y
el trato que se les daba
en el camino, bast·a saber que de éstos mUJrió más de,t 7 por
ciento, mientras que de tos .cien soldados que los custodiaban,
no murió ninguno.-( F.A:L.)