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ALMA LATINA

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~~~~~......,......._....,,...........,,....,,,~,..__,,.....,_~~.,,-..._.,,,.......,_,,,

traje$ femeninos. Y yo me dejé condu–

cir por la simpática pollita hacía un

rincón de la sala, donde hicimos un

discreto "aparte".

-¿Que es de su vida Nicolasito?

¿Habrá venido Ud. de algún viaje a la

luna, con esa cara de aturdimiento

que trae?

,

-Ño Rosita, no he salido de Lima.

Pero Ud. ¿que se ha hecho? No se le ha

visto por ninguna parte. ¿Ha estado

enferma?

-Si y no. Aunque Ud. no lo com–

prenda.

-Si Ud. no me lo explica no lo en–

tenderé.

-Pues vea Ud. El otro día tenía que

repetir de memoria una "serie". Ud.

. sabe lo que es una ''serie''?

-Si

v

no, Rosita.

-Ya-comienza Ud. Nicolasito . Déje-

se de decir tonterías ¿qué ha querido

decir con

eso?

-Muy sencillo. Que sé· lo que es una

serie fuera del Colegio y no se lo que

es dentro de él.

~·..,

-Eso ya es otra COf-a. Una "serie"

es una ........... serie de cosas en inglés.

Una lección de Inglés ........... Yo no s~

como explicarle. Figúrese Ud. algo así

como una función de the Grotesques

en San Pedro. Solo que ahí the Gro.

tesques somos nosotras que decimos

las series en inglés. En fin ¿do you lin–

derstand me?

-Yes Rosita.

·· -Pues el otro día me tocaba decir

una serie de rriemoria y . no la sabía.

Ud. comprende que yo soy banda azul

y no me podía exponer a un ''bien".

Entonces decidí enfermarme. Y efecti–

vamente a los pocos minutos me dió

un dolor de cabeza horroroso. Y tu–

vieron que llevarme a la enfermería.

Ya ve Ud. que estaba y no estaba en–

ferma. Ahora bien ¿Ud. conoce la en–

fermería?

-No la conozco pero me la supongo.

Rosita no se contenta y me describe

admirablemente la enfermería.

Es un cuarto que da al patio. Cual-

quiera se imaginaría una sala grande

llena de camas, con mesa de operacio–

nes y hermanas de caridad. Pero no

es así. En el oscuro cuartito no hay si–

no un sillón de paja, eterno confidente

de todas las enfermedades. Dicho si–

llón hace el modesto papel de lecho

del dolor. Allí es llevada exánime to–

da .alumna que se encuentre atacada

y~ sea de una fiebre de 40 como de un

iú.significante dolor de cabeza. Para

completar el "confort'' de e:;;te peque–

ño hospital hay una frasada, conser–

vada cuidadosamente, desde tiempo

atrás, en el cajón qe una cómoda.

¡Bendita fra,sada aquella cuya lana

cariñosa ha librado de una bronquitis

a más de una pollita ·é,lcatarrad:;¡.!

Aquella frasada es la receta universal

para todas las enfermedades ya sea

un estornudo o un ataque de nervios

que son las más comunes.

.

Y hay una compañera solícita, una

pollita dulce y caritativa que tiene el

delicado cargo de "enfermera" de to–

das las alumnas. Ella extiende la céle–

bre frasada a los piés de la enferma y

ella le administra con cariño fraterno

alguna cucharada recetada por la

maestra de geografía. Dicen sin em–

bargo que sus más pacientes cuidados,

sus más tiernas palabras son para las

tristes enfermas del alma. Unas cuan–

tas frases de la dulce enfermera han

rejuvenecido muchos semblantes y

han dado fuerzas a muchas compañe–

ras para pasar del sillón de paja al

entusiasta juego de la pelota. Delicio–

so milagro de

la

enfermera gentil.

-¡Quien tuviera la suerte de encon–

trar una enfermera como la enfermera

de la enfermería del Sagrado Corazón!

-Necesita Ud. acaso de enfermeras?

-.Más que nadie, Rosita. Ñecesito de

esas enfermeras del alma. De esas que ·

son únicas en la vida. Y Ud. sabe qui-

zás cual es ]a mía ..... .

-No, Nicolasito, no sé, me dice ella

con fuerza para que oyeran los veci–

nos. Una chiquilla de ojos azules y mu–

chas pecas en la cara, que hacía rato