Previous Page  223 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 223 / 404 Next Page
Page Background

ALMA LATINA

9

de sn sirvienta, hácia su casa con su

paso lento y fatigoso.

La idea de Isabelita había tenido

un éxito asombroso. Ahí estaban ten–

didos sobre la hierba jugando á las

pFendas grupos animados de niñas

y

de

jovenes. Hacía media hora qne

todas las alumnas de la tercera clase

habían llegado alegre y trinufaltnen–

'te

azotando á sus pobres cabalgadu–

ras para entrará carrera

á

la

huerta

aromada por el perfume ele los prí–

meros manzanos en flor y bajo

Ja

en–

ramada de las viñas, por entre cuyas

" hojas se deslizaban los rayos de un

sol primaveral y ardiente.

· Era una hvertecilla en las cerca–

nías de Surco. Como lo había pro–

puesto

Isabelita se había hecho

el

viaje sobre mansos y pacientes ju–

mentos. La gente seria se había tras–

ladado en una amplia carreta, junto

con los comestibles destinados al

lunch, para. el cual cada una de las

colegialas había contribuido con al–

gún dulce o picante de su especiali–

dad.

Solo Panchitá no participaba de la

alegría general sin tomar parte en

los j negos ni e11

los raptos de entu–

siasmo de los paseantl's. Junto á las

señoras y señoritas mayores ayudaba

á

los preparativos del lnnch, que ·se

anunciaba sucnleuto sobre el mantel

enguirnaldado v sembrado de flores.

Era el 28 de diciembre día de ino–

centes. Y en el cereb:r;o pica;o de Isa–

belita Surgio Ulla idea tentadora Lllle

la hizo sonreír malieiosameute. Tra–

vesura debio ser porque dicha al oi–

do ele una vecinita, morena y sabidi–

lla cor,10 ella produjo la misma con–

traccion encantadora de los lábíos.

A los pocos minutos separadas del

grupo principal, ambas escribían-fur–

tí vamente un papelito que era entre–

gado

en seguida

á

un mayordomo

con el objeto de ponerlo personal–

mente en manos de lai señorita Pan–

chita.

El criado cumplio su cometido y

Panchita entre sobresaltada y enter–

necida leyo estas palabras escritas

en el misterioso billete:

<Señorita Panchita.

«

Hace tiempo que vivo prendado

sileneiosamente de su hermosura y de

su tristeza. · Si Ud. se digna corres–

ponderá mi amor acuda ahora mis–

mo

á

la ramadita de las madreselvas

donde he de ir

á

buscarla.»

Ramón de Altavilla..

¿Que paso en el cerebro de

,1a

chi–

qtrilla enfermiza y delgaducha? ¿Qué

revelacion asombrosa debio cruzar

por su mirada? 1'-lo lo sabemos. Pe–

ro las chiquillas que espiaban tras de

1-ma palmera cercana, la vieron ani–

marse y sonreír dulcemente, como si

hubiera llegado algo que ella espera–

ra hacía mucho tiempo y que no creía

ver realizado. El caso es que Panchi–

ta Jiménez se echo á correr por pri–

mera vez en su vida y ocultándose

de sus compañeras se clirigio hacia la

enramada silenciosa de las madrnsel–

vas.

¿Cuánto tiempo trascurrió ahí en–

tre esperanzada y temerosa sintien–

do en su alma por primera vez la pre–

sencia de un sentimiento dulcísimo é

inexplicable, creyendo

vislumbrar

entre los senderos de árboles

la si–

lueta del E~perado, o temblando con

el roce de uua phmt,a q ne el viento me–

cia junto

á

ella como si fuera la cari–

cia prim.era del amor que_venía?

Las dos chiquillas se olvidaron de

ella y solo notaron su desaparicion

ya al anochecer al prepararse á

la

vuelta

y

entonces pensaron que

aún

estaría ahí. Corrieron hacia

el rincon florido

y

apartado del jar–

dín

y

ahí encontraron

á

Panchíta,

tendida sobre la hierba, llorando en