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J OSE QUES A DA
José Quezada no es póet2. Pero guar–
da con a va yi cia de a nticuari'.) qu e se yo
cuan tos poemas dormidos e·.itre lo s bos ·
c a j es y sobre los claros la gos de su Ve r–
salles interior.
Es un artista por su amor a la verdad
y
por su ferviente devoción al bien . ¿No
hay arte acaso en la investigación p acien–
te
y
carifosa de los grandes problemas o
en la inalterable bondad que e3 necesa–
ria para adaptarse al medio
y
para con–
servar-una actit ud de benevolencia entre
las agitadas ondulaciones del mar estu-
diantil? ... .. .
No sufre qe días de esplín, ni de horas
de mis an tropía. Padece de bond a d crónica
y
si n desplantes ni ex te rio rid ;; des , es in–
cap az de negar un serv icio o de traicio–
nar una ami s tad.
De su talento ¿Que podré decir? José
no hace sino con tin u;u en nu est ro a ño
u!1a honrosa tradición de familia. Des de
Alb erto y Fortunat o que ocupan los pri–
meros puestos en los último s años de
ju–
risp rudencia y medicin a, hasta Enrique
qu e obtiene las excelencias en su colegio,
todos los Quesada han sabido dar mues–
tras de una sana
y
potente intelectuali–
da d.
Y este compañero, mas que compañ.~–
ro hermano mío-con la hermosa frate l-J.
nidad que establece la cofradía estudiarf–
til-está ante las puertas del triunfo.
Ha
llegado allí sin esperarlo.
y
s u modesti'h
le impide aún darse cuenta de ello. Esas
pu ertas debe rá n a brirse tarde o tempra–
no p a ra da r paso a sus méritos . mientras
lo s otros los que finca n su ideal en car–
tones esco lar es y amarillecen en la incle–
mencia de las vi gilias deberán quedarse
al otro lad o del puente leva dizo o entra–
rán por la puerta de los lacayos viniendo
a a umentar la fa la nge. de Boabdiles que
flota n sin surgir y ar den sin brillar.
El claro talen t o de José Quesada sin
fogo s idades y sin intt' m perancias ; su afi–
ci ón al est udio sóli do y serio . s u fuerza
d e caráct er y su inap reciabl e bondad, son
pr anddS segu ras de que se rá ma ñ ana una
de las lumbreras de nu estra profesión.
~
En to nces me cabrá el orgullo de haber
s ido el Ba utista que lo anunció ........ .
G
LUNA CARTLAND.
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~ira ~mericana
LO FATAL
Dichoso el árbo l que es apenas sensiti v o,
y más la pieñra dura . porque es a y a no si ente,
p
1
1es no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida conscient e.
Ser y no saber nada
y
se r sin rumbo cier to ,
y el t emo r de haber s ido y un fu tu ro terror ......... .
y el espanto seguro de estar ma ña na muerto,
y s ufrir por la vida
y
por la sombra y por
lo que no conocemos
y
a pen as sos p echamos,
"la carne que tienta con sus fre scos racimos ,
y
ia tumba que agua rda con su~ fúnebres ramos.
y no sabe r adónde vamos,
¡ni de dónde venímos!
RUBEN
DARÍO.
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