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ALMA 'LATlN A
Bebé?
nosotros nos inclinarnos a cree r–
lo así. Ru
letra tiene inconfundibles
afininidades con la de la espiritual jo–
sefina. Pero el estilo BOS despista por
completo.
Si
Bebé escribe admirable–
mente en prosa Ud. escribe detestable–
mente en V('l':;O.
De lo cual colejin1os
que las Josefinas no tienen di sposición
para el verso. Le pedimos dispensa
por esta franqueza
y
le rogamos nos
escri ha en prosn.
Señorita Catalina de Medicis.
Es Ud .
perfida Catalina ¿como puede Ud . que–
rer que nos burlemos de tres jovenci–
tos tan simpaticos y tan amigos nues–
tros? Sentimos infinitamente que no le
hagan caso y nos ofrtcemos heroi ca–
mente en sacrifi cio para reemplazarlos.
Arte
Reproducimos en nuest r a carátu la un
hermoso cuadro prop iedad del se ñor Me–
litón F. Porra s ob ra de l pintor Serenda t
d e Belzim
y
que fué exhibido en el Sal~
d " In vi erno d e
19 13
en P ari s
O bras del
mér ito y d el gust o d e esta son muy es–
casas en nu es t ro re ducido med io artís tico.
Qu er ien do n osot ros con t ribuír en al!o
a la difu sión del a rte d a r emos en cada
número a lgu na de estas reproduciones.
Así en el número aú te r ior ofreci mos la
obra de arte que del bu sto d e don J osé
G
ti
vez ha s abido sacar e l artísta nacio–
n<d don Da vi d Lozano;
y
hoy repro duci–
mos
t 1mbién el
r ét rat o d el señor
Enri–
que C .:irr illo p or As tete .
~t
quimera
.
~~
rí
i quimera ti ene la hermosura
y
f ,
la fragancia de una rosa. Es
·
una ilusi ón que CODServa y Yi–
vifica mi espíritu. E ' la éRpenrnza con–
solado ra d e mi vida. Amo
y
a.m·o con
esa veh emencia
y
exaltación propia de
los veinte años, con la inrreflexión d el
l oco d e amor ..... .
Benditas· sea n esa~ ilusion es y extra–
víos. benditas esas 1ocuras . que ellas
dan poesía
a,
mi ex j. tencia quita11 por
momentos de mi espíritu la rnonotonia
de
la
vida y son el lenitivo d e miE> do–
lores . Bend ito sea el corazón cuyoR
impulsos dominan por momentos las
duras refl exion
e& del cerebro, esas re–
flexion es que
ca.sisiempre empiezan
en el clesa.l ient
o y terminan en la amar–
gura . . . .
Dichoso se ría si pu<liPse manifestn.r
mis r,;entimi en tos n. la ca u sa nte ele mis
Lirnfl. Noviembre ·de l91 5.
arn_or 3, .
y
canta rl e mi endechas
a
la
pál ida luz de la lun ~. o a la aparición
<l e la aurora .. ....... Qui iera cantar
y
r endir homenaje
a
u lwll eza in corn pa–
rnbl f·, a
la vague<l ad poética de su si -
l
u
eta
:,:
a.·
la palidez de RU rostro encan–
tador, como u nomb re que es Aurora
a
quien en la aurora de mi vida ame.
'
Pero jamás le <liré mis sentimientos,
aunque mi corazón la reclame con sen–
tin:ii e
11tos dulce
y
solícitos. Porque,
qn1en
sn.be,mi quirriera pierda todo
su en
ca ntoy
colo rido
y
por el temor
de , i vi r deseRp erado
y
t ri ste víctima
d e_
sn
indiferencia
y
d e s u' olvido.
l\I1 entrns t anto conserYaudo rni secreto
en el mi ste ri0,
, i vir é tranquilo rebo–
sante el e contento. behienclo en la loca
y
poética fuente de tni s ilu ion es, a un–
que
n.
veces me YCa invadido por la
~Wl\' f'
_m elancolía qu e produce un
n,
nor
1mpoR1hlP.......
·
J.
C. Ii