U
d. los prestará con todo el
de~prendimiento
i
entusiasmo que
}e distinguen, que conozco i que me ha hecho siempre mirar
con disgusto las prevC'ncione., que la conducta
adminis~rativa
de
U d. con nosotros, ha inspirado por acá.
"Nuestras
operacion~s
militares sobre el Perú empezarán
cuanto ántes se pueda,
i
me será mui sensible que para ese caso
no esté ya negociada la alianza con el Ecuador, porque aun sin
ella tendríamos que dar principio a
las hostilidades terres–
tres...
(16)
En los mismos dias en q uc Chile jestionaba una alianza con
el Ecuador, por medio del diplomático que había enviado a
Quito, Gamarra se empeñaba en comprometer al jeneral don
Juan José
Flore~,
del cual era amigo personal, para que a favor
del prestijio e influencia de que en su patria disfrutaba, induje–
ra los ánimos a celebrar la alianza con Chile.
(17)
Cuando vió
(16) Paz Soldan. Obra citada. páj . JJ6,
n7.
(17)
Aun ántes de la mision de Lavalle al Ecuador
i
cuando el diplomá–
tico de esta República, don José Miguel González, se hallaba en Chile, Ga–
marra, por medio del coronel Bujanda, se babia pue to en comunicacion
con Flores a fin de conseguir su cooperacion: r .
0
para que González orillase
en Chile la alianza entre esta República i el Ecuador; i
2 .
0
para que, en el
supuesto de que esta alianza no e celebrase, pudier:rn
los asilados perua–
nos contar en todo caso con la proteccion disimulada. pero eficaz de parte del
Ecuador. Si hemos de creer el testimonio de Bujanda, Flores en una larga
conferencia que con él tuvo el
20
de Setiembre de
1836,
se mo tró resuelto
a favorecer los deseos i las miras de lo emigrados. En e a conferencia es–
puso: que era nece ario meditar i combinar mui bien cualquiera empresa
que se acometiese, a fin de evitar un fraca o que no haria mas que afirmar
en su puesto al tirano (el Protector); que el plenipotenciario del Ecuador
en Chile don José Miguel González, era su edecan i no observaba mas ins–
trucciones que las que él mi mo (Flores), le comunicaba, i ya había recibi–
do la órden de celebrar cuanto ánte la alianza defensiYa i ofen iva entre el
Ecuador i Chile; que veia que el Gobierno chileno se mostraba indeciso i
vacilante en este negocio; pero consideraba que los últimos acontecimien–
tos
(
ila espedicion deljeneral Frcire.'l)
habrían facilitado la urjente
i
preci a
dilijencia de celebrar ese tratado; que en verificándose el rompimiento en–
tre Chile i la Confederacion, estaba resuelto a salir con
4,500
hombres i
500
caballos a destruir el Protectorado, lo que estaba seguro de con eguir, aun–
que el continJente de Chile no pa ara de
2,000
hombres; que si Gamarra se
veia precisado a acaudillar una cruzada de emigrados, a fin de acreditar su
decision i peruanismo, Flores estaba pronto a contribuir con lo que nece a-