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someterme a vulgaridades contra mis propias observaciones, ni
dejar de apreciar los hombres que me sirven bien, porque en
Chile o en otra parte, parezcan mal o sean mal querido.s. Esta
mi política me ha proporcionado en todas las épocas de mi vida
sacar buen partido de muchos hombres
i
contar con amigos
consecuentes en lo cual soi verdaderamente rico.
11 Me encuentra usted padre de tres hijos que hacen todas mis
delicias
i
estoi ahora temiendo perder a mi Chuquisaca, de la que
he recibido ayer mui malas nuevas. Simon es un atleta, en quien
he fundado esperanzas mui grandes. La separacion de mi fami–
lia me es ya insoportable,
i
el sacrificio mas fuerte que puedo
hacer a la gloria de mi patria
i
a la ventura de estos pueblos.
He ammciado a la señora, que está en La Paz, el necesario que
usted le trae. Se que lo apreciará, porque estima a usted cono–
ciendo mis afecciones.
11Es preciso concluir esta carta para que no se quede, estando
próxima la salida del buque que ha de conducirla. La concluyo
pues, encargando a usted que negocie la paz decorosa, es decir,
del modo único que
pu~de
ser durable. Un pueblo ofendido ja–
mas puede resignarse a conservar pactos que le impongan con–
diciones onerosas
i
humillantes. Deseo salud i buen espíritu
i
la
mayor confianza en el cariño de su afectísimo amigo.
11
Des pues de cerrada esta carta, la abro para advertir a usted
de la declaracion de guerra que acabamos de recibir del señor
Egaña: parece que ella no deja ya duda sobre las instrucciones
que trajo i sobre la mala fe de que vino escoltada esta aparente
mision de paz. Puedo adivinar las instrucciones que trajo, las
cuales parecen reducidas a las siguientes palabras: 11Vaya usted
11
a ganar tiempo engañando al jeneral Santa Cruz, para dar
11
lugar a que la escuadra, admitida en el puerto del Callao, se
u
apodere de cuantas propiedades pueda tomar i aun de los
11
castillos, i cuando lo haya conseguido o se desengañe usted
11
de que no pueda conseguirlo, declare usted la guerra que he-
11
mos decretado.11 Hasta aquí pueden haberse seguido literal–
mente las instrucciones del gobierno de Chile, en adelante no
serán tan dóciles a su voz los acontecimientos ni los sucesos co–
rresponderán a sus esperanzas
i
maniobras.
Ya que se nos fuerza, haremos la guerra
i
la haremos con Ja