747649

226

de Jos pueblos confederados, pero que ni nos amedrenta, ni nos

inquieta,, (36).

El jeneral Santa Cruz no alcanzó a reunir el congreso de

Plenipotenciarios, con que se lisonjeaba de dar tono

vitalidad

(:~6)

Esta contestacion, que tiene la fecha de 3r de Mayo de 1838, se halla

íntegra en el manifiesto: «El jeneral Santa Cruz esplica su conducta pública

i los móviles de su política en la Presidencia de Bolivia i en el Protecto–

rado de la Confederacion Perú-boliviana Quito 1840.»

A propósito de la conducta de este Congreso, el historiador boliviano

don Manuel José Cortés, en su

Ensayo sobre la historia de Bolivia,

dice: «El

Congreso que en 1837 adquirió por su patrioti mo un título a Ja gratitud

nacional, se reunió estraordinariamente en Cochabamba,

aprobando

(20

Mayo de r838) el pacto de Confederacion que él mismo habia rechazado,

arrojó al fango su corona cívica; sus miembros atemorizados con la presen–

cia rie Santa Cruz, con Ja prision de don Hilarion Fernández i de los dipu–

tados don Manuel Maria Urcullu i don Manuel Molina, que por su oposi–

cion al pacto se habian señalado en el anterior Congreso, cedieron débil–

mente al influjo de Santa Cruz, i merecieron el nombre de

canalla deliberante

con que se les apellidó. Ese Congreso tan bajamente servil o tan servilmente

cobarde como los Senados de Tiberio, no se avergonzó de recurrir a Ja

mentira, i dijo a su amo: «Bolivia, autora del proyecto de Confederacion,

ligada, ya por

la~

autorizaciones dadas, ya por pactos espresos, no podrá

retroceder, i nunca habría faltado a compromisos tan sagrados. La lejisla–

tura de 1837 se preparaba a examinar el pacto federal celebrado en Tacna,

cuando recibió vuestro mensaje, en el cual, con el fuerte interes que os da

,·uestro distinguido amor a la patria, pedíais se difiriese este exámen para

tan luego como pudiéseis dar cuenta personalmente de encargo tan deli–

cado. El Congreso atendió vuestras razones, suspendió sus sesiones, de–

jando las cosas en el estado que tenian ántes de su reunion, i os confirió

las facultades estraordinarias de que habeis hecho en todas ocasiones el uso

mas moderado, i tomádolas siempre en beneficio de los pueblos i en pro–

vecho del último de los ciudadanos ...

Estas palabras han sido tomadas de la misma contestacion de que hemos

entresacado los trozos que reproducimos en el texto. Dejando intacta la

opinion del historiador boliviano acerca de Ja conducta del Congreso de

Bolhria en r838, debemos, sin embargo, rectificar los siguientes errores en

que ha incurrido:

Que el Congreso aprobó el pacto de Confederacion que él mismo ha–

bia rechazado. No sucedió tal cosa, i del tenor mismo de la contestacion

del Congreso al mensaje

Santa Cruz, se deduce claramente que en la

sesion de 1838 no se trató, ni hubo para qué tratar del pacto de Tacna,

puesto que el Protector habia ya convocado un nuevo Congreso de Pleni–

potenciarios para reformar ese mismo pacto o dar otro que sirviera de lei

fundamental a la Confederacion, por lo cual el Congreso boliviano

felicitó

expresamente al jeneral Santa Cruz. Lo que el Congreso aprobó en los tér–

mino que acabamos de ver,

in que en ello creyera cometer inconsecuen–

cia,

fué

la Confederacion mi ma como si tema de gobierno.

decir dicho historiador que el Congreso no se avergonzó de recu–

rrir a la mentira, alude particularmente a cierta falsificacion que, segun