CAPÍTULO VIII
-'"*-
El
I
5 de Diciembre, a las
10
de Ja mañana, fondeaba en Val–
paraiso la corbeta inglesa
Rover,
trayendo al teniente coronel
don Cárlos Olavarrieta, portador del tratado de Paucarpata.
La noticia se divulgó instantáneamente por la ciudad, produ–
ciendo en sus habitantes extraordinaria sorpresa
i
jeneral indig–
nacion, aunque no se sabia aun en qué términos se babia cele–
brado la paz con el Gobierno protectora} (
1).
Al dia siguiente
'
apareció en las columnas de
El Mercurio
el texto del tratado,
que devorado por la curiosidad pública, exaltó mas los ánimos
i
provocó enérjicas protestas
i
manifestaciones de reprobacion.
Entre tanto, el mismo dia
16
a las
l l
i media de la mañana
echaba el ancla en el mismo puerto la corbeta
Libertad,
que
conducia a su bordo al vice-almirante Blanco
i
algunos jefes
del ejército; i sucesivamente fueron llegando diversos buques
(r)
El
ilfercurio
de Valparaiso anunció el mismo dia la llegada de Ola–
varrieta con el texto de los tratados,
i
para ello empleó pocas
i
moderadas
palabras, limitándose a excusarlos, por haber ocurrido «un conjunto es–
traordinario de circunstancias imprevistas»,
i
haberse reducido el enemigo
«a poner en planta la guerra de recursos, miéntras la poblacion por miedo
o de grado segundó sus intenciones».