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hasta los tiempos en que el esclarecido Vigil vino á elevarlo á la
altura exigida por el progreRQ de la épo.::a.
Mi apreciable antecesor el coronel don Manuel de Odriozola,
que sucedió al egregio Vigil, continuó en la senda poi·
ést~
traza–
da, y en diciembre ele 1880, pocos días antes ele las batallas de
San Juan y ele Mirnflores, hizo el balance anual de nuestro tesoro
bibliográfü·o, resultando en anaqueles ele la estantería 42,127
volnmenes,
y
estimando en 15,000 los t.rnncos, excluídos, dupli–
carlos,
y
la s diversaR publicaciones oficiales que, por centtnas
de ejemplare., se guardaban en el cuarto de depósito.
Apelando
á
nuestros !"ecuerdos, daremos rA.piela noticia ele
los librns notables que, en 1880, encerraba la Biblioteca de
Lima.
Habfase lograclo renni1· laR más raras
y
costosas ediciones
de la Biblia. Vienen
á
mi memoria, entre otras, Ja políglota
complutense deJiménez de Cisneros, la de Ambéres, la de Arias
~
1
lontano,
la de Londres de Bryat Walton, la Sixtina, la glogoli–
tica de los rusos, los E\•angelio en lenguas gótica
y
vascuence,
Ja antigua Biblia itálica, las de Ouhamel, Sabatier, Vence, Sasy,
Scio
y
Amat. En suma, nuestra Riblioteca, en esta sección, nada
tenía que envidiará las más renombradas del mundo.
En literatura , no faltaba ninguno de los clásicos griegos
y
latinos, en ediciones plantinas, elzevirianas,
y
aún de las llam:i–
clas
ad u, uni delphinis.
E11
historia, veíanse al lado de J osefo
y
Herocloto, Tucidides.
y Plutarco, Xenofonte y TAcito, 8uetonio y Salustio, los cronis–
tas de Indias Soliz y Herrera, Berna! Díaz y Cieza, A.costa y Go•
mara, Garcilaso
y
el Palentino, Calancha
y
Torres, Cúrdoba
y
Meléndez.
En filosofía, hallábanse las obras de Plittón
y
Aristóteles, en
consorcio con las de Bacon, Pascal, Descartes,
ewton, Leibnitz,
Cousin y Kant.
En historia naturnl, poseíamos las obras de Buffon,H umboldt,
Bomplancl, Ruiz
y
Pavón, las Floras del Janeiro y ele Chile,
y
e"l
Hcrtus indicns
con planchas ilumin::1das.
Junto con las más selectas obras de arquelogía ele! viejo
mundo estaban las
Antigüedades peruanas
ele
l~ivero
y
T::-ch ~Hlj,