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de V.E. con no despreciable continge:nte - tal era sefí?r Jlfinistro, la Biblioteca
de qne, con
jn~to
título, estábamos orgnllosos les hijos del Perú.
Rendida la capital el 17 dP. enero
á
las foerzas chilenas, trascurrió más de
uu mes respetando el invasor los establecimientos de instrucción. Nadie podh1.
recelar, sin infei-ir gratuito agravio al gobierno de Chile, gobierno que decan–
ta civilir.ación
y
cultura, que para él serían considerados como botín de gnerra
los ÚLiles de la U niversiJad, el gabinete anatómico de la Escuela de Medicina,
los instrumentos de las Rscuelas de Artes
y
Oficios, los códices del Archi–
vo Nacional, ni los objetos pertenecientes
á
otras instituciones de carácter pu–
ramente científico, literario ó artístico.
El 26
de.f~brero
se me exigió la entrega de las llaves de
Ja
Biblioteca, dándose
principio al más es.::andaloso
y
arbitrario despnjo. Los librus son llevados en ca–
netas,
y
entiendo que se les embarca con <lestino
á
Santiago. La.
Bibliote~a .
pa–
ra decirlo iodo, ha sido entrada
á
saco como si los libros representaran material
de guerra. Al dirigrme á V. E. hág'llo para que, ante su progresista gobie rno,
ante la
Aruéri ~a
y
ante la humanidad entera, conste la protesta que, en nom-
bre de la civilización, de la moral
y
del derecho formulo.
.
Con sentiwientcs de alta eonsiJerasión
y
respeto, ofrézcome de V. E. muy
atento servid•n-.
MANUEL DE 0.>RIOZOLA
Al Exmo. señor
~rii;tiancy ,
Ministro de los Estados Unidos de América.
La posteridad, inflexible, en su justicia, condenará siempre al
hombre que manchó sus laureles de soldado para identificarse
con el tristemente famoso Amron, genernl de l califa Omar, incen–
diario ele la Biblioteca de Alejandría.