97
y cuatro pesos,
y
otra con pólvora
y
balas, dice: no estuvo es–
condido, sino que públicamente vivía en una estancia obejería,
para cuidar una chacarita de papas; que la talega del dinero
la tenía, porque Diego Túpamaro se la dió para llevarla a Jo–
seph Gabriel, a quien se la fué a entregar, y le dijo se la re–
tuviese, por eso la tenía; que la de pólvora y balas era porque
cuidaba la fiesta del Sacramento, y compró para ello un póco
de pólvora, y sólo tenía unas cuatro balas que había encontrado,
y
responde.
Hízosele cargo, cómo dice no estaba escondido en un aguje–
ro de un cerro, junto a Tungasuca, cuando los testigos así lo
declararon, dice: es falso el cargo, y responde.
Preguntósele si sirvió de portero en el obraje de Pomacanche,
.cuando el rebelde se hizo dueño de él, cuidando con gran pers–
picacia, y si estuvo con cuidado en Tinta la noche que se huyó
el rebelde, dice: que una noche quedó cuidando el obraje, nada
más: que lo demás es falso, y responde.
Manifestáronsele dos liencecitos que ha remitido el Justicia
Mayor de que habla Hilario Yáñez en su dedaración,
y
harán
parte d.e estos autos, que diga qué son y qué significan, dice:
no son suyos, y que los trajo un indio de Pichigua llamado ,Ig–
nacio, y responde. (
j)
Hiziéronsele otras preguntas y repreguntas, dijo: no saber
otra cosa, y que es la verdad, so .cargo del juramento que fecho
tiene, €n que se afirmó
y
ratificó, siéndole leída su confesión,
no firmó por no saber; firmóla su Señoría de que cert.ifico.–
M,anuel Espinarete López." (k)
(j)
Los liencecitos, hallados entre los objetos pertenecien–
tes a Juan Bautista Túpac Amaru (cuyas copias inse rtamos en
estas páginas), son dos telas pequeñ as muy mal pintadas al
óleo. Uno r·epresenta a la Virgen del Carmen, y el otro a las
armas del Rey de España.
La pintura de la Virgen es un testimonio de la religiosidad
y devoción de Juan Bautista. Y Ja pintura del escudo real nos
.sugiere esta interrogación: ¿No estaría destinado este lienceci–
to para servir de modelo, de pauta, para el escudo de armas
que adoptaría su hermano José Gabriel Túpac Amaru si triun–
faban sus ideales de Independencia del Pení y de la Restaura–
ción del Imperio de los Incas?
(F.A.L.)
(k)
No es creíble, repetimos, que Juan Bautista Túpac Ama–
ru no supiera firmar. Para ser la persona de mayor confianza
de su hermano, es lógico que no sólo debía de saber leer
y
es–
cribir, sino tener una mayor instrucción, una mayor cultu"
ra. ( F.A.L.)