AL1\1A LATINA
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vez que habl~,. Per.o tiene cuali–
~ades
de orador. Sobretodo¡ _~s
ta.n
Joven!
,
,-
Ha.y
muchos oradore~
más:
el
señor San Cristóval qu~ debe ser
un
excelente orador. Hasta ahora
llQ
hemos tenido el gusto de oírle
a.lg-o inédito. El señor Argüelles
orador fúnebre; Hizo su estreno
entre dos velas. El señor Berna–
les
orador de ocasión. Solo habla
en.
los momentos difíciles.
Y
aca–
baremos como en los diarios de
nuestra tierra.
Y
muchos o,tros
más.
Los Raros
Así
se llama un libro de Rubén
Darlo; «Los raros~. Habla sobre
los grandes genios de Éuropa.
Pero ¿en donde no hay raros? El
' señor Abrill hubiera dicho: raros
son los países doude no hay raros.
Y
por supuesto que en Lima los
ha.y.
Y
en la Universidad tam–
bién.
Se les conoce
á
primera vista.
Hay que verlos pasar. Serios. In–
mutables. Abstraídos. ¿Quién pn–
diera saber lo que piensan estos
señores? Más de un proyecto
grandioso gime en esos cerebros.
Hay un señor Dancourt que es
una maravilla. Si Milton que era
cíego se dió cuenta de que era
poeta. ¿Cómo no ·se iba
á
haber
· dado cuenta el señor Dancourt
que tiene dos grandes ojos ne–
gros soñadores? Porqne, aunque
á
nstedes no les parezca el señor
Da.ncourt es p0eta. Que no teriga
peluca ¡qué importa! Que vista
· bien ¡qué importa! - Que nunca le
falten las pese1,a,s ¡qné importa!
Que no baga versos ó que los ha-
ga malos ¡qn~ importa! Pero el
señor.
J)a,nbo~:rt
.es poeta. Y ¡ay!
de quien ly diga lo contrario. Le
hace un verso.
En
cambio
el
señor Escudero
eli
músico. Nació pa1 a e~o. Cuan
do nació, la vedna de la ventana
de reja estaba tocando una
polka.
De ahí la afición del señor Escu–
dero
á
la musica. Que desde su
nacimiento· ha ido ·
in crescendo.
· Todo él es musical. Sus corbatas
son como un sol con sostenidos
y
bemoles. Deslumbrantes. El dia
que ,el color de sus chalecos en–
cuentre una correspo11áencia mu–
sical. Sera seguramente el
Him–
no Nacional tocado en un Cinema
un vierr1es de moda; J_,os mismos
escarpines del señor Es'cudero son
musicales. Tan blancos. Tan co:
rrectos.
Tan
sonoros.
Y
el señor
Escud.ero es una esperanza nacio–
nal. Se
rn
á.
dedicar
á
la ópera.
A
la éipera incaica. Pero dejemos
al señor ~scudero que
110s
puede
mandar con la musioa
á
otra par–
te.
Y veamos pasar al señor BuF"–
tamante Cisneros. Una especie de
Leonardo de Vinci. Escultor.
Pintor. Arquitecto, Poeta. El se–
ñor Bustamante ama la forma
plástica. No para modelarla él. Si
no al contrario. Para que lomo–
delen
á
él. El seflor Bustamarite
sueña con una estatua. ¡Oh la
plasticidad de la estatua del señor
Bustamante! Y tamo'ién es pin–
tor. Aun no ha pintado. Pero
aseguran que ,pintará. Acuarelas
de un solo color:· el rojo. Es u11a
obsesión de artista. Y por lo tan–
to disculpable. También es-arqui–
tecto. Ha construido una serie
de
castiUos
en
el airf'!. Soberbios por