ALMA LATINA
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En las alegrías sabe acordarse de
los que sufren, en los dolores domi–
na sus penas;
y
abrazada a la cruz
vuelve al cielo sus ojos y muestra
suc lágrimas a Dios. Para ella el
mejor sentimiento es su corazón;
por eso le son familiares las verda –
des de la religión, y su espíritu de
fé
le permite mirar las cosas de la
tierra con un santo desdén; la pureza
de su alma .es la suprema aspira
ción de su vida, los intereses de
Dios los mira como suyos y en to–
das partes encuentra
las huellas
divinas de su paso. Su familia y
quienes
la conocen íntimamente,
dicen que es un ángel, y dicen bien,
porque es inocente y servicial, reli–
giosa y compasiva, afirmando con
toda certeza que más tarde o más
temprano extenderá las blancas
alas de su alma para volar al cielo.
LILLY ASTER.
11-11R-•1-lffl-,1-11n-1m-11n-1111-11n-111t-n11-nn-11-1111-11'1~.,-,111-tt1t-nlf-flH-IIII--
ROSA PRIMAVERAL --
A
mi hermano, cariñosa.mente.
Unct
encantadora e inteligente colegiala del
S. C.
que apenas cuentfl o nce a ños pero cu–
yo abo lengo h a bla de un efectivo talento tradicional, ha escrito estos simpátic<>s vers os lle–
n os de sentillliento
y
delicadeza poética que constituyen una verdadrra
y
prometed,Jra
iniciación.
I
Apenas comenzaba
la
hermosa primavera ,
Cuando ent1e verdes hojas destacándose
ví,
Una rosa galana
la
cual por vez primera
Ansiaba presurosa su aroma difundir.
II
Miréia
y
encantada contemplé su hermosura
y me acPrqué
á
cogerla con loen ft-enfJSÍ.
Era blanca, muy blanca de nívea hlancura.
y
cuando ib;-1
á
arrancarla,
la
flor me dijo así:
No me toques te ruego pues me 1-1cortns
la
vida,
porque
PI
dar alegría, es todo mi ideal.
es
verdad que las flores solo dur.111 un día
pero eso no me importa, no me hagas ning-ó.11 mal.
III
Yo me alejé (lensando que tal vez otras manos,
nn la respetarían y la harían morir
·
y
me volví por vPrle sus pétalos lozanos,
y
en Jugbr de ellos solo las verdes hojas v í
¡
Ay hermano querido, en esta
fug:-1z
vida
las flores se marchitan en su regio esplendor,
pues nada es duradero, solo se vive un día
quizás todo te falte pero nunca mi amor.
Lima,
31
de Diciembre de
1915.
RAYO DI~
~uL.