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ALIVIA LATI A
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gar al ~i.~lo para que la elección fue.
la corbata y sonrió al señor Busta-
se acertada.
mante. Al señor Recavarren le di-
Y todos rogaron fervorosamente.
jo al oído, un nombre de mujer. Un
Pero nadie con más fervor que el
nombre dulcísimo. Que era como
señor Bustamantey es que el señor
una flor de loto en lábios del señor Bustamante es un santo. Está
Bustarnante. Y el señor Recava-
acostumbrado a rogar. Ruega a
le dió un abrazo. Pasó juntn al Dio"s va todos los santos. Desde
señor Guzmán y le dijo secamente
San
j
osé hasta San Francisco ...... ..
¡Feo! Y el señor Guzmán le apretó
J
aviel" y a Nuestro Señor de la O.. ..
la mano efusiva y varonilmente.
(pa~rón de Letras.)
~l señor Rodríguez le dijo: Pollito
Se hizo el cómputo; .y el señor
Y el señor Rodríguez dió un vola
Bustamante resultó elegido.
El
tín en el c1Íl"e. Llegaba al señor
señor Ramíre
z segufadormido y el
Gorzalez Elejalde
Era el más di-
señor Talleri
rezr1.baen voz baja.
fí~il de despertar.
Y
el atinado
La bana a
plaudiófrenética.men
mensajero aguzó el ingenio. Y so-
te
El señor Bustarnente estaba
p)ándole levernen te en los ojos le
de· pié en medio de la sala. Laqto.
dijo:
Pálido. Marfileño. De su mirada
-¡Bachiller!
irradiaban fulgores extraños, como ·
-¡Ah! Me había dormido.
fuegos fátuos ...... Y a cada lado de
-Pero hombre, si he temido des
él sus dos contendores: el señor Ta-
pertarle, Casi .vuela con el reso
llerí y el señor Ramirez, deslumbra-
plido que le he dado.
dos. Alguién dijo en el público: «La
- ¿
Yó volar?
Transfiguración».
-Pero si está Ud. levísimo don
Y el señor Bustamante atravesó .
Teodomiro Corno una pluma. Ha
la sala. Mansa y humildemente.
enflaquecido notablemente. Y está Del brazo de uno de sus amigos.
Ud. esbelto
y
alto como un poste.
Como si saliera en un borriquito a
(Cómo un poste caído pensaba pa-
la 1rnrnera del Señor. Y sólo cµah ·
ra si el señor Bustamante) y seguía,
do estuvo a la mitad del viaje en
cumpliendo su misión paciente, ca-
~1 carro de Chorrillos, se vino a
ritativa. Bienaventuradamente.
·
~c;;.ordar de que era Presidente de
Se realizó la votación. Antes de . !aJu\'entud Católica. Y lo apuntó
abrir las cédulas el señor Eguigu-
en un papelito para no olvidarse.
ren, observó que e1·a necesario ro-
·
T. G.
D' ÜR.
11-u11-11U-Uu-mr-ufl-llu-uu-11ll-ll1-Hn-u11-u11-llll~llil-llu-1111-11H-H11-1111-uu-u11~~
La lehjenda dél bonzo
Cuento chino
A Felix del Valle, con todo aprecio
y
simpatía.
Noche infecunda y fatigosa, nuba–
rrones sin número . deslízabanse con
violencia en la inmensidad celeste.
La gran pagoda Kofú parecía de-
sierta ............ , un silencio sepulcral
sumía a millares de almas en pro–
funda plegaria. Eran las famosas
vísperas para la celebracion de la
fiesta del sapientísimo Budha.
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1
' La permanencia en el tem):)19 '.
~é
hacia imposible, respirábase unfl:. at–
mósfera mezcla de incienso
y
se–
bo ............ No obstante las horas
ttascurrian con asombrosa rapídez
para el joven . Yao, uno de lc ,s más
fervientes prosélitos del Budhismo.
Era la noche fatal en que se jugaba
su prestigio o su ruina aquel pres–
tigio, que lo coloeaba corno el pri .
mer orador de su secta ......
Sólo, completamente abandona-