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ALMA LATINA

ca. El de spech o y la cólera que en

Blétnc o F " mho 11a

11 a

hecho nacer

su expu lsió n el e! s uel o natal lo ha

]v,cho vol \"\: rse, no sólo ya contra

:-us enemi gos, co ntra los poetas s:1

perio res de su patriét, sino también

co nesaexce

1

sagloria de la litera tu–

ra

mexica

11; 1,

que es

J

u ci

n

de Dios Pe–

za llená nd o lo ele los insultos más

bajos y soeecsque pueden brotar de

láhios de un ·hombre.

1

o nos ex.

traña, pues, qut.:

é.i hora ataque la

él

ncianidacl g loriosa de don Ricar–

do

Palma.

Hay al'go más. Del libro de ver–

sn s que ha publicado Blanco Fom–

bona y que ha llegado hasta noso–

tros, sólo son aceptables aquellos

en los qu e como ]os dedica dos a

Bolívar y en «Venezuela,, heró ica

pt1 ede hace r a larde ele altaneria y

ele

en terez,1.

Pero, en ca mbio, en

l,1s composiciones en que trata de

se r delicado y ti en10, y ensaya fra–

ses amorosa s y líricas, son un ver–

ch1dero fracaso. Las palabras dul–

ce~, suen a n ma l en lá bios ele este

g¡.,ña n, que siente cca.nsfas ele do–

mar un potro y ele cruzar un

-rí :::))).

St

explica entonces la r a bia, que es

impot em ia c,,ntra t odos aquellos

que cantaron el a m o r , ya sea en

un dulce ma drigal o en la gracia

inimita ble

d e

una tradición.

La

figura de don Rit.:arclo Palma, evo–

cador maravilloso de lances a mo–

ros os y de aven turas ga la ntes . de

a puestos Virreyes y · marquesitas

a clo1·ab les que s u po dar

él

las fra–

ses de las limeñas toda s u trn vesu -

r a y donaire, de cuyas redes no pu–

do escaparse el mismísimo Liberta–

dor de las Américas, no podía me–

nos, que despe rtar la envidia y el

d especho en el ánimo del escritor

venezolano.

Siga BlancoFombona, m a ncha n–

do con su lodo, todo lo que hay de

grande y ele venerable en la Améri–

ca. Nadie le oirá. Cuando genia–

lidades como Rubén Darío, al de

sembarcar en nuestras playas de–

dican su primera visita al gran tra–

dicionista, cuyas obras son celebra–

das por toda América, poco han de

importar al Maestro las fr ases ele

un charlatán.

Llegue hasta la modestia del r e –

tiro del anciano tradicionista nues–

tro homenaje de admiración y cle–

s é1gra

v

1, ,.

it-

n11-uu-u11-1111-n11-1111-u11-u11-1111-n11-u11-un-ua-1111-1111-11u-m1-1111-u11-1t

De la pesca

SOL

Ramalfl.Z0 <le sol en el agna

y

en la are na..

Por rloqnier la bo lina., como

n11

sn,;pi

ro hl rgo ,

A r rnstn1.

desde lej os uo se qné ignot.Ft, p ena

Que sumerge las cosas en un

rnro

l

etargo.

Allá,

8 11

e l horizoute un a v ela, lat ina

Qne pa rPce esrar gn ieta ... . un peña , co

l

1

ne nace

D e

rnrn.

man chn. de es puma cua.l la\ en

n,; di v

ina

Y Pll el ma r la,; o leadas que la br isa des lrn.ce

Como b lancos vellones que e l vi ento deshi lara.

Y , muy cer ca

á

li'I, playa, las

rorl

illas h nncl idas

En e l v erd e d el agna, r esgnarcl a.drt la can1

Po r disforme sombrero

y

buscando e l ma,ri sco

Un pescador q ne p esca

y

en las buscas p e rdidas

S olo atina

á

beberse un bne1-1 trago d e pisco . ...

JOHGE F.REKCH ÜOLi\IENAHES .