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ae
Efpar't.z. Art.XJI.
'231 .
oiremos de la moda? que efia !iu la
infiruccion necdfaria ,
y
entero cono–
cimiento de la lengua forafiera,
es
muy
a
propoíito para hacer publicos los
der~·
aciertos de los que traducen por imita_,
cion.
Todo
el
mundo efia de acuerdo;que
las primeras,
y
mas· principales 11eglas
de una buena traduccion, deben fer la
perfo~ta
inteligencia de ambos idiomas,
la cabal penetracion de los penfamien–
tos del Autor traducido , la habilida4
de transferirlos con pureza,
y
energla,
la
fidelidad, la brevedad clara,
y
otras;
pero
a
todas faltan comunmente nuef–
tros Tradué1:ores,
y
entre ellos pudier¡t
con razon compétir Ja primada el Sr.
Mañer, que fe
1
olvido de todo efio; t1
núnca lo íupo , que es mas natural, ad–
vertido fu zelo'
y
huena intencion en
folicitar con infinidad de volumenes la
infirucci'on,
y
divertimiento de nuef-:
tros Patricios. Pero
íi
entre todas fus
Obras fe
v.a
á
averiguar aquella, en que
menos ha correfpondido el efeé1:o
a
los
\?uenos defeos,alfeguramos,que el c:ilcu-
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