Previous Page  301 / 330 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 301 / 330 Next Page
Page Background

-

2

97 -

de poblaciones custodiadas con toda la severidad que, a mas de

la desconfianza antigua, provoca una invasion armada, o veci–

nas a los acantonamientos militares, que diesen un grito que

habia de ser pronto i atrozmente sofocado, i que confia en en

la suposicion de recibir auxilios de un ejército que acaba apé–

nas de pisar el territorio, situado a mayor distancia que los do–

minadores, ... exijir tal jénero de cooperacion, equivalia a decir

a los pueblos: hemos venido para ser testigos de vuestro arrojo;

partiremos, si triunfais ...

Fuera de los 8 números indicados, que son consecutivos,

hai todavía un número

ro,

que se publicó el

I I

de Junio en

pliego enlutado i tuvo por objeto hacer el fúnebre recuerdo del

6 de Junio del año anterior, aniversario de la muerte de Porta–

les, a quien elojia con entusiasmo i cuyos manes invoca para

retemplar el espíritu público

i

el ardor belicoso contra Santa

Cruz. Se halla en el número 4.

0

del

Eclipse

un artículo bajo el

título de

El jeneral Prieto en camjJafía.

En él se aplaude el ru–

mor que por aquellos dias circuló sobre estar resuelto el jeneral

Prieto a ponerse a la cabeza de la nueva expedicíon contra San–

ta Cruz, medida que otros papeles públicos rechazaban por pe–

ligro, a para la paz de la República. En otro artículo aplaude el

nombramiento de Búlnes para mandar el ejército expedicio–

nario.

El Sota Cura.-Cuatro

números, el primero de ellos salió el

23 de Abril del 38-Sigue las aguas del Cura Monardes, al que

reemplazó, segun parece, por hallarse el redactor de este perió–

dico en la cárcel. De una carta que aparece en el número

2

de·

El Sota Cura,

fechada en Val paraíso el

2 I

de Abril

i

firmada

por el Cura Mcnardes, se infiere que el redactor de

El

Cura

es–

taba a la sazon preso en Valparaiso.-Porqué?

El Cura

no lo

dice; pero deja entender que a su desgracia no era estraña la

mano del gobierno, a pesar de lo cual asegura no estar resen–

tido i no aflijirle mas pena que la de no poder tomar parte en

la empresa de la expedicion contra Santa Cruz. En la misma

carta añade lo siguiente:

11

Nada mas tengo que e ponerle sobre

esta materia, pasando a comunicarle la célebre llegada del ga–

llego Mora, que se halla en esta bahía abordo de la fragata