Previous Page  307 / 330 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 307 / 330 Next Page
Page Background

Escmo. Señor Jeneral don Mariano Enrique Calvo.

La Paz, Febrero

I2

de

I838.

Mi querido compadre:

He recibido la apreciable cornunicacion de Ud. de

7

del pre–

sente con la noticia de la presentacion de López, en la misma

hora que la de la pérdida de una corbeta nuestra que traía a su

bordo al jeneral Ballivian

i

su familia. Salia del Callao en la

confianza de la paz, i se encontró con la escuadra pirata que ha

consumado la perfidia del Gabinete chileno, atacándola sin

declaracion alguna previa. En Lima se sospechaba un tal acon–

tecimiento i el Gobierno i todo el mundo se opusieron a la sa–

lida de la corbeta i de Ballivian, con cuyo motivo

h~bo

con–

testaciones mui desagradables, que pudieron comprometer la

armonía pública; pero quiso ceder el Gobierno, sin deber ceder,

i dió lugar a que Ballivian hiciera otro Uchumayo. Siempre

las imprudencias conducen a mal fin,

i

las de mis tenientes me

1

han causado no pocos disgustos

i

compromisos. Entre tanto, es

de recelar que la vista de tales prisioneros aumente el entu–

siasmo de los chilenos cuyos medios hostiles no podian dejar

de embotarse luego.

La Escuadra regresó pronto del Callao: se supone que viene

a Arica en busca de otros buques que la burlaron ántes, los

cuales se han puesto en seguridad, i no encontrándolos, se re–

gresarán pronto a Val paraíso, como lo dijo su comandante en

el Callao. Despues

ver~mos

si quieren tentar otra espedicion,

que, a mi juicio, no es imposible, aunque su resultado no puede

ser mejor jamas. Ella iria al Norte donde tienen mejores espe·

ranzas.

Es incluso el manifiesto de Blanco, cuya publicacion en Chile

habia empezado a hacer cambiar notablemente la opinion. En

él encontrará U d. argumentos que le convenzan, si aun ha que–

rido dudar todavía de la traicion de López: traicion, desercion,

i

rebelion que no se pueden cubrir por el solo hecho de entre–

garse, cuando no pudo hacer mas para llevar al cabo aquellos

horrendos crímenes. ¡Qué fácil i qué natural es la compasion

con los hombres, aunque sean los mas grandes criminales! U na

.

'