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VI.
ESTADÍSTICA
El número de concurrentes á la sala de lectura, en los veinticuatro
últimos meses, ha sido de 2,628; y la cifra de volúmenes entregados, se–
gun resulta de la relación que mensualmente publican los diario.'>, fué
de 22,318.
flebo consignar con patriótico sentimiento que la mitad, por lo me–
nos, de los asistentes consagra sus horas á la lectura de obras frívolas,
novelas
y
versos, olvidando que una Biblioteca Nacional no es lugar
de pasatiempo.
VII.
CATALOGACIÓN.
Esta labor, la más ardua en una Biblioteca, está terminada hasta
donde es humanamente posible, atendiendo al reducido personal de em–
pleados y á la imposibilidad de numerar volúmenes que, por carencia
de estantería, no pueden tener colocación permanente. El catálogo, que
por ahora llena las necesidades del servicio de oficina, no tiene otro ca–
rácter que el de inventario ó catálogo de librería, por órden de mate–
rias. La formal catalogación será tarea de mejores tiempos,
y
cuando lo
permitan las reformas
m~teriales
que el establecimiento reclama.
VIII.
ENCUADERNACIONES.
Con la pequeñisima subvención de cien soles al mes,
y
de los que
una parte se aplica á la adquisición de folletos
y
aun de libros, se ha
atendido á encuadernar; por término medio, sesenta volúmenes en cada
mes. Sin riesgo de inmediata destrucción nó pueden entregarse al pú–
blico libros á la rústica; pues aún los encuadernados, siempre que sean
de frecuente circulación, tienen que pasar al taller para recibir nue–
va pasta.
En los veinticuatro meses corridos desde Ja anterior Memoria se
han empastado l,358 volúmenes, sin contar la encuadernación de perió–
dicos.