Lima, Julio
i
8 de
I
896.
Señor Director del Ministerio de Instrucción Pública.
Señor Director:
La última Memoria Bibliotecaria pasada por mí
á
ese Ministerio
fué con fecha 9 de Julio de 1894. La anormal situación en que se ha–
llaba la República me impidió cumplir, en 1895, con la obligación re–
glamentaria de informar sobre la marcha del establecimiento durante
aquel año.
De la Memoria que paso á formular resultará claramente que, en
los veinticuatro meses trascurridos, la Biblioteca Nacional, cuya direc–
ción se me confiara en Noviembre de 1883, no ha descendido en su
curso prog-resivo, por mucho que la escasez de recursos fiscales no ha–
ya permitido realizar, hasta ahora, ninguna de mis aspiraciones. Es
tiempo ya de que el establecimiento reciba las mejoras materiales que,
incesantemente, he estado reclamando. Es preciso que la Biblioteca
cese de ser, como ha sido hasta aquí, un local en que se aglomeran libros,
pues la falta de estantería no permite dar á éstos concertada colocación.
S. E. el Presidente de la República ha dispensado á la Biblioteca
toda la atención que ella merece de un mandatario ilustrado, honrán–
dola con sus visitas, haciéndose cargo de sus necesidades más pre–
miosas.
y
comprometiéndose á atenderlas en la esfera que la estrechez
rentística del país lo consienta. Con tal propósito dispuso que, en el
Presupuesto General para el año corriente, se consignase una partida
de 6,ooo soles, cantidad que apenas representa la quinta parte de la
suma que ha de invertirse para que la Biblioteca de Lima
sea
digna de una sociedad culta.
P~ra
alcanzarlo bastaría con que en el Pre–
supuesto para 1897 se \'otasen
I 2,000
soles,
y
suma igual en
el
de
I
898. Solo así podría llevarse á buen término el mejoramiento del
edificio.
Todo lo que someramente indico lo encontrará
U.
S. más tangible
en los parágrafos detallados que constituyen esta Memoria.