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ALMA LATINA

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Prestigiaron la reunión con su pre–

sencia las señoritas, Cisneros Sánchez

-Salcedo Oliwares-Eguiguren Escu–

dero-Mac Lean Viñas-Cobián Zava–

la-faredes Lostannau-y muchas

otras que

se

nos escapan.

Birtliday

Cun~plen años en la próxima quin–

cena las siguientes señoritas:

El

16

Angela Gálvez Barrenechea

El

17

Lola Tovar del Valle.

El 22 Elena León Port-a.

El

24

Rosa Mercedes Sousa Ferrey–

ra

y

Basagoitia.

El

25

Natalia Gómez Sánchez Pede–

monte.

El

28

:'víaríaJulia Arrarte C.

SILUETAS

Una de nuestras ·colaboradoras

nos ha dado la idea de abrir una sec–

ción de siluetas. en la que delineemos

los simpáticos rasgos de algunas de

nuestras gentiles suscritoras, dejando

al ingenio de léls demás el placer

ele

adivinar a través de nuestras frases

pálidas el nombre

de-fa

sifoeta esbo–

zad::i.

Nosottos seguimos

el

consejo e

inaguramos la sección ofreciendo co–

mo un aliciente, sortear entre las sus–

cri toras que acierten una preciosa y

adecuada no\·ela.

Diríjanse las respuestas firmadas

Rl

local de la Redacción hasta el 1

9

de octubre.

Fijense Bién:

Tiene los ojos ingénuamente tris–

tes; ~ojos soñadores y buenos que aca–

rician cuando miran y a través de los

cuales puede adivinarse el fondo de su

alma trasparente, que diríase teñida

por un suave tono ele melancolía ..... .

Corre por sus venas sangre de poe-

tas y en su frente lilial parece que

vi–

viera el encanto

de

algun poema in–

trnductible de príncipes

y

de bellas

durmientes.

.

Su cabeza emerge del cuello como

una flor de palidez

y

de elegancia.

Y

es su gesto el gesto gracioso e indefi–

nible con que en los óleos viejos son–

ríen melancólicamente reinas dolori–

das y nostálgicas.

Tal una María Stuardo o una Ma–

ría Antonieta de Austria.

Sus manos finas y blancas-mano–

jos de azucenas-parecen hechas para

arreglar rosas pálidas en búcaros de

Sajonia o para sostener tímidamente

un libro de meditaciones.

Su nombre tiene una dulce casti–

dad bíblica y hay en la historia de su

raza un soberbio prestigio de nobleza

intelectual .'

Pasa por nuestras calles como

u–

na suave visión de ensueño que se des–

vaneciera entre la nube de humo azul

de su automóvil.. ....

¿La conoces lectora?