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ALMA LATINA
Del vivir San-pedranoM
(El fondo de esta comedia es fielmente verídico en todas sus partes. Se
guramente llegarán estas páginas á manos ele quiene~ comentaron
entre risas el asunto en un recreo de doce, hace a lgunos años, cuan–
do eran aún de uniforme las hlusitas azules salpicadas de blanco y
León de Andracle n0 se había desprendido del prirniti
vo
colegio. Pa–
ra las tres gentiles protagonistas, hoy quizá madres de familia. la se–
guridad de que quien esto escribe no es el joven ele negro, muerto
trágicamente hace tres años, sino uno de sns pocos amigos )
ACTO
I
( La escena representa el salón de
música del internado del S. C. Tres
pianos que en sus buenos tiempos
fuerun de cola, dos atriles oxida·
dos,
m1
banquito vc1cante
y
cojo
arrimado contra un rincón. una
mesa sobre la que se apilan piezas
de música
y
cajas de violines. Bis
á
bis un cuadro de Sc1nta Cecili;-1,
y
un
retrato de
la,
M.
Barat.
Al levantarse el telón tres polli
tas-una de elfos con banda azul–
repasan en los tres pianos. Son
María, Lula
y
Juanita. )
María. Para sacar un permiso
no hay como yo.
Las otras dos (tocando la nota)
dó ..... .
Lola . o
te
alabes, ya se vé ... .. .
Las otras dos.-ré ....
Juanila. - Ya se ve que no hay
nada sin
tí_
Las dos. - mí, ....
M. - Lo cierto es que hay repaso.
¡Que tal felicidad!
Las dos. - fü . .. ...
L.-Felizmente somus chicas que
sabemos el bemol.
Las dos. - sol.
J -Y entendemos
á
las monjas
que es una barbaridad
Las dos.- lá.
11-P.orDiosJuanita no hables
así.
Las do~.-Sí.
J.
-(Cerrando el piano). Mucha–
chas ¡vfran los repasosl Tú, María,
qn~ eres la más buena sigue hacien–
d bulla por si acaso.
M
-¿Yo? ihobaqueestuviera .
Cha µotea
tú
que tienes ganas de
asueto. Ya voy á ver la cara que
le pondrás
á
la señorita cuando
venga el martes
á
tomarte "el sue-
ñ ,,
del pA.stor' '.
·
J. - Le diré que el pastor se dur–
mió tan profundamente qne no so–
ñó
con nada. Prefiero ir asi una
St<1Pana con regular y la otra tam–
bién,
á
vivir como tú, esclava de ese
trapo que no te atreves ni
á
hablar
en ninguna parte y que cuando te
mira una monja no sabes donde
poner la cara.
L.-Tú siempre tan mala, Juana,
no fastidies
á
l\tlary porque todo el
pensionado sabe que es la única
que merece banda, y que este año
va á tener primer medallón.
J. - Si. tú. para que la muy santi–
ta
te
recomiende a la lV.lad re Paz–
tech, para entrar tú también por
ese camino de santurronas. Pero
anda que les voy a decir a todas
las d_e tu mesa para que te hagan
zumba.