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AL~1A LATINA
Srta. Is:1bel Oaly Ran~os
Crónica mística
Las
ocho de la mañana.
_Mafü.~_na lluviosa
y
gris. Hay un
v1entec11lo fre~..:o
.Y
agrada ble. Estoy
en
la !')azuela de la Recoleta. Un rin–
concito amable y perfumado. La Io-le–
sia dibuja sus dos torres afiladas y
a
~is–
tocrá ticas, como un pHr ele eles san–
pedranas, sobre el cielo
b1a
neo
y
nu–
blado.
Se experimenta-en la frescura de la
hora-un deseo de calor y · ele ahrio-o.
Acaso la nostalgía de una chirnen~a.
De la pu_lpería de la esquina sale el
vaho ca1a·nte de muchas respiracio–
nes, entremezclado de alcohol. Se adi–
vi!la el c,tlor de lo~ cuerpos por el
aliento que, en la mebla de la maña–
na, parece como una bocanad::i. de hu–
mo caliente.
Unas cuantns señoras beatas de
manta, pa ~an murmurando s1:1s ~ra–
ci_ones matutinas.
Y
una que otra po–
ll~ta da al pasnr, una sensación de
v_1da sor.rosada y fresca entre la o cu–
nd_ad de su mantilla. Espero con in-
4metud como si fuese a cometer un
crímen.
Pocos minutos c'lespués veo acercar–
se una graci<>sa silueta femeninn. En-
tre los tonos oscuros de su trnje sas–
tre azul, el cuello pone su nota blanca
y aleg1-e. Y el rostro diríase la mi-::ma
blancura que hubiese :florecido en una
rosa.
Y
es
una
rosa efectivamente.
l
na
rosa legítima. Porque es nada menos
que Rosita mi encant aclont confidente
-¡Bonjours -icolasito!
-Buenos días Rosita!
-¡ºué madrugador está
Ud.
hov!
¿Qué Sfqlto
ha
hecho este milagro? -
-No es s;:into, sino santa, Ro;:;it;:i.
¡-Ah¡ !yA! ¿Con qué también
Ud?
-Yo
¿Qué?
-Ud. también es de los devoto~ de
la nueva santa. De "Teresita" corno
decimos nosotras en confianza.
-
1
o sé a que Teresa se refiera
Ud.
-¡Como! Ud. que es redacto1· Je una
revista para el mundo femenino ¿no
sabe estas cosRs? Venga
TTd.
por
étdi,
para contarle ton::1s las m:-1ravillas
que sé.
Y
de un brazo soy conducido
a
una
b;:inquita, sobre la cual una palmera
refresc<'t.c1a por la 11uvia inclina sus
grandes hojas
verdes
protectora–
mente.
Y
comienza el relato ino-énqo
v
o-ra-
•
.
b
J
b
c10so ammaclo por las ocurrenci;-is in-
geniosas de Rosita. Soln recuerdo
b1
impre~ión ele su miré!da
y
la roja
pro–
vocación de sus labios. Hé ol yidado
Srta. lUa1·ía. E.milla Be!rnales La.reo