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dos abominables excesos se reconoce, que so6re
Ia
senci~Ia
piedad
de Jos ignorantes se atreve Ja malicia
á
hacer uso sacrílego de
Io
primero
1
para conseguir con desprecio de lo segundo e1
logro de
una depravada pasion. Pues estándonos encargado el pasto espiri–
tual de nuestras ovejas , y debiendo corresponder
á
este encargo,
procurando que la doéhina , que se les enseña , sea la mas pura,
sana y segura , sin mezcla de cizaña , ni de otra cosa peligrosa,
c¡ue p.ueda conducirlas al precip4:io , ¿qué disculpa dariamos en
el tribunal divino , si dexásemos correr libremente voces
y
rumo–
res , que fabricadas en la ·oficina diabólica
ele
la ilusion
y
el enga–
ño , atrayendo con el pretexto mas sagrado la simpi'e credulidad
de los párvulos , los conduxese insensiblemente
á
dudar de Ja justi–
cia
y
reél:itud de las mas acertadas determinaciones de nuestro be–
nignísimo Monarca
1
¿y cómo desempeñaríamos la obligacion con
que nacimos de vasallos fieles ,
y
la que procede de nuestra gra–
titud
y
conocimiento , por las especiales no merecidas honras,
con que se há dignado distinguirnos , si no procurásemos en quan–
to está de nuestra parte
y
pende de nuestras facultades , contri–
buir á que , con la pronta execucion de sus Reales Ordenes , se
una el humilde respeto y conformidad , con que las deben venerar
los fieles de nuestra Diócesis'?
40 Nadie ignora la que se executó en esta Isla en
el
dia tres
de Abril del año pr6x1mo pasado sobre la expulsion de los
Reguta–
Yes de
la Compañia
,
en conformidad de
la
Real Pragmática expedi–
da
á
este fin , no se nos ocultó la compasion que merecieron
á
muchos moradores de esta Ciudad los expulsos, 6
yá
por
el
vínculo
Oe la sangre ,
Ó
por la educacion ,
Ó
por la direccion de
SU
espí–
ritu ; pero al mismo tiempo observamos ,
(y
no há llegado á nues–
tra noticia cosa en contrario ) que se guardaba un profundo silen–
·cio sobre la materia , como lo previene dicha Real Pragmática;
y
descansando nuestro zelo sobre la paz y quietud , con que se
completó dicha expulsion , sin haberse experimentado la mas leve
.inquietud '·ni rumor en este numeroso Pueblo, nos
lisonjeáb~mos
·de que hab1a logrado lo resuelto por S. M. toda .la venerac1on
y
-respeto , que se
le
deben de justicia,
y
que tenia entero cumpli–
miento lo que habíamos prevenido en virtud de Real Orden en el
-Ediél:o Pastoral del año próx1mo pasado, en quanto á la veneracion
con que se debia hablar del acertado justo gobierno de S. M. y de
Jos sábios fieles Ministros ,
á
quienes hacia partícipes de su R eal
confian7.a.