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quiere por este medio persuadir
á
imprudentemente crédulos
O[)–
vedades ,.;que podrían tener malas resultas.
38
Por tanto, Ínterin que la Real Audiencia de
mi
órden in·
quiere judicialmente con el mayor zelo
y
aétividad en el asunto:
exorto que ninguna persona preste crédito á
la
expresada impos–
tura : mando que nadie se atreva aseverarla , pena de ser casi iga–
do rigurosamente ;
y
á
efeéto de averiguar con la prontitud mas
posible el inventor de ficcion tan perniciosa ,
tal vez ideada con
el fin de perturbar la pública tranquilidad ; disminuyendo en los
ánimos el respetuoso amor que siempre se há merecido el Rey nues·
tl'O
Senor, ( Dios le guarde ) cuyas acertadas providencias se diri–
gen únicamente al servicio de Dios
y
utilidad de sus amados va–
sallos : ofrezco dar
quin:e11to1 pe1os
al que le delatare ante mí con
pruebas suficientes , guar arle el secreto en quanto foere meues–
fer,
y
protegerle para que direéta ni indin:étamente sea d:unn ifica•
do con motivo de su delacion; á cuyo fin
y
al de que á to los cons•
te , mando
exp~dir
el presente , firmado de mi mano con el se lo
de mis armas, y refrendado del infr11scrito Secretario del
G'J)
ier–
no y Capitanía General de este Reyno. D.ldo en el Castillo Real
de
Palma
á diez y siete de Enero de mil setecientos sesenta
y
ocho.
El Marqués de
Alás. Don Franci.rco de Orrio1.
EDICTO DEL ILUSTRISIMO SEñOROBISPO DE MALLORCA.
39
Don Fra11cí1co Garrido de !a Vega
,
por la gracia de Dios
y
de la Santa Sede Apostolica , Obispo de
Ma!!'Orca
,
del Consejo de
s.
M. &c. A
todas
las personas de uno y Otro sexo ' estantes
y
habitantes en esta nuestra D iócesis , de qualquier estado , sexo ,
y
aondicion que sean , hacemos saber , que debiendo por nue;rro
ministerio pastoral zelar con la mayor vigilancia que en el Pueblo,
~yo
gobierno espiritual se nos há confiado , no se intro;iuz..:a11
especies, que perturben la paz
y
quietud del público ; ni sean cau–
sa de pro;iucir discordia entre los fieles , destruyendo Jos vínculos
de la caridad,
y
conduciendo los ánimos hasta el extremo de ol–
vidar la primitiva obligacion de Cluistianos ,
faltando á Dios en la
profanacion de sus sagrados arcanos ,
y
al Rey , su Soberano , en
Ja mas reverente veneracion de sus determinaciones , y
la mas
pronta fiel obl!diencia
á
sus mandatos , nos estrecha mas el vín–
c.ulo de uuestro ministerio á la vi_gilancia , quando uniendo estos
dos