'2r!.
.voces ; pero atendido solo
~u
concepto,
y
f3
necesidad
d~
esra nucv:i invencion está clarita la cosa ;
y
el Gavinere
pe los
Se~ores
Edirores se dará por respondido,
y
satiifecho .
Todas las Naciones tienen alguna parce de Vu!go,
í:odas producen cosJs defré1:uosas
para
el
Valgo , todas
parece se empetÍ3n en dar gusto al Vu lgo, como si este
fuera un congreso de fieras incapaz de recibir
alg~mas
110 -
ciones, algu na i!astracion ;
y
este es el motivo por que
110
acaba de expurgarr e el f>nblico de
esta
pane grosera
en gae se confunde la Sociedad misma , sir1 s;i ber di-sce r–
riir el verdadero mériro de los unos ,
y
la injusticia de los
ctros, en rebati rse los diéhdos de una justa rccomrnda-
- ciun. Si
con~iderásemos,
no ser otra cosa
d
Vulgo
que
una parte de la Sociedad de hombres racionales, c:ipn de
cultivarse' ilustrarse'
e
instruirse ,
aun
que no pcrfeéta–
.mente ,
á
lo menos en aquel grado de suficiencia capn
·<le disipar los errcres
y
preocupaciones,
á
que está su–
j eta en aquellas cosas comunes
á
la otra pJ:re de la So–
ciedad ihmrada , no le hJriarnos con
t
am:i facilidad el mo–
tivo
ó
pretexto de nuestros mismos dtfrétos; no diríamos,
quando se habla de
preocupacior.cs, ser estas precisas
-en el Vulgo, que es preciso
dar gusto
al Vnlgo, que
es
indispen~able
dexarlc correr ;
y
ral vez , que no es
. convenirme ilustrarle.
<A
donde vamos á parar Seiíores
· tr.ios? (Con que no ,puede ilusrrarse el Vulgo? ( No
tiene derecho
á
los conocimien tos
q lle
Jcben
ser
coma ·
nes ? ( No co1wiene qne los renga
?
[lero
qL1e modo de
pensar tan lleno de preocupacion
!
~e
falsa Filosofía
!
Mas
110
convi~nc
distr:iherr.osdcmasiJdo de nuemo pri·
mer imento , hablemos de nuestras Comedí3s ; puf's
:isi
estas
como el res to de las diversiones póGlicas son co·
iuunes
á
todos ,
y
no wnyiene en un rr.i imo objeto
tlma