PROSIGUE LA MATERfA DEL DISCURSO ANTE-!
cedente.
S
I el Semana rista tuviera
el
mal gusto de contraerse
á'
ii.venrar
Lln
r uevo eHilo de locucion sobre los que pres–
crive nueHra rnonca casrd!Jna, seria un hombre maniati..
co, un ese ntor de pifia, un boric.arío de voces,
y
uno de
tantos comt>en
la rcpub 'ica de las !erras merecen justamente
el
renonJbre
depedante;¡
pero al mismo tiempo l1' graria ro–
d:is las sati!
focior.es,y
encomios del vulgo
sen ~aro,
é
in–
ser· arn,
á
pesar del
j•Jsco
semímiento, que ocasionari:i
á
los
verdaderos s;; bios. El numero de estos es corrisimo,
y
lo
-fue siempre en rodas
r~rtes,
siendo el de los necios tan
'vario,
y
muhiplicado corno lo manifieHa la superficie de la
tierra, toda sembrada de ellos.
.
De esto se infiere, que la nueva invencion de mt•
~stro
caso agradaría infi niro
á
la mayor parte,
que save
fundar derechos par:i su elogio,
y
recomendacion en quan–
to le es obscµro,
e
ininre\igib e, como seria por precisíon
~n
milo
de
hablar,
que no
fue~e
arreglado
á los
precep.~
to¡
' .
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