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consumiclo1·
a
unos
empresarios
que
están en
camino
de ha–
cer un inmenso capital.
Las necesidades del comercio se ha. demostrado que ha··
bria,n quedado satisfechas con
la corn;trnccion del muelle
que estc1ba bien avanzada.
Supongamos que la dársena
fuera tarnbien <le alguna utilidad: en estas dos obras se em–
plea,rán dos millones de soles poco mas
ó
ménos. Las uti–
lidades debieran en tal
ca.soser proporciouales al capital em–
pleacto, sin necesidad
de lam.iclusiva por el dilatado término
de
60
año. ; pel'O ya hornos vísto un millon por una parte, el
va,lor del impuesto por otra, las demas concesiones en 8egui–
cla,
y
últirnam(nte la empresa del rnalecon, que por sí solo
pue<le producir un ingente capital.
Todavía
hay
otra consideracion que bien merece ser aten–
dida por los HH. Representantes de la N acion. En el final
de la cláusula
6~
de la escritura, se previene á la casa empre–
.·aria que la obra clel muelle Re ejecutará "ele manera que
pneclan cornenza,r
á
;J,tracar buque , términa,do el primer auo.»
Esta prevencion prnporcionará
á
lo.· emprosa1·io:-; ventaja
incalculabl e8 . Está á la yjsta que la parte del nuevo muelle
construido con loR fondos do la. N acion, eonstanclo
ya
de rrrn8
ele ochenta yarda.· lin eales do estension, no requiero sino un
peqneno gasto pa,ra que puedan atrac1n buques para. s u des–
carga., ele ma,nei·a que con esta base
y
los fondos ele la Na–
cion, puede muy bien la casa ele Bei·gman entrar en ol goce
de los derechos que ol Gobierno ha impuesto en favo1· suyo,
dando por resultatlo nn privilegio de 63 años.
Ahorn, bien: para compr ender la estension de este derecho,
bastará ver lo dos 8iguientes cuadros, el primero ele 108 cua–
les
i·epre~enta
la eno1·mida,cl <lo los gastos que ca<la huque y
8U
ca1·ga,mento tonchia que hacer en el puerto del Callao,
comparado con lo que hoy se gasta;
y
el segundo el prnducto
n,nual del rendimiento de dicho derecho.
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