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se empeñasen en molestar la atención de Vuestra Excelencia."

"Entre los que no son de la familia va José Sánchez por equí–

voco, pues éste ha sido antes del ind

ulto bien perverso, y es

casado con Margarita Castro o Acevedo, hermana de Marcela

Castro, madre de Diego Túpac Amaru." Los restantes, Melchor

Ramos, Crispín Guámani, Antonio Cámaque, Nicolás Bitorino,

Miguel Gutiérrez van por

perjudiciales que se contemplan

ser, según los recelos que hubo al principio para su prisión y

lo que informan los principales oficiales que han estado desta–

cados. Los d emás han salido libres por no resultar ·:esa

algm~:i

ni haber recelos. También es menester tener gran cuidado con

los que van por la facilidad con que se mfudan los nombres, ¡: or

cuya causa nos ha dado aquí un trabajo grande.-Nuestro Se–

ñor guarde a Vuestra Excelencia muchos años.-Cuzco y Octu–

bre trece de mil setecientos ochenta y tres.-Besan las manos

de Vuestra Excelencia sus atentos servidores.-Gabriel de Avi–

lés.-Benito de la Mata Linares.-Excelentísimo Señor Don Agus–

tín de Jáuregui, Virrey de estos Reinos."

"Señor Capitán Don Pedro Villafuerete.-M'uy Señor mío

mi dueño: acabo de ver las lastimosas letras del Señor Coman–

dante escrita a los cobradores d e esta Provincia, pidiendo auxi–

lio,

aseguro a Vuesa Merced que es tan grande el dolor que

me causa contemplar a un .cavallero de honor expuesto a las

miserias de aquel inconstante, agrio y rígido temperamento de

los altos de San Martín, en donde se halla acampado, sin cono–

cimiento del lugar, pues me asegura el propio que carece de

cavallerías, víveres

agua, que est& última a fuerza de indus–

tria, dicho cavallero rompiendo unas peñas, ha logrado, para so–

correr la presente necesidad, pero tan escasa, que llena de anti–

monias ha preparado; sin embrgo de su amargor ha socorrido

toda su gente. Vuesa merced medite este doloroso asunto, con

los reos que quedaron esperando; y la tropa, como gente de la

costa expuesta a helarse; y los reos en términos de huirse, eli–

giendo las quebradas que la suerte las proporciona;

en una

palabra, acongojado aquel cavallero de honor a rendir la vida.

Yo en cluanto

ví

las letras salí a los cerros,

apenas pude re–

mitirle diez

siete cavallerías,

carne,

tengo a los pocos ve–

cinos ocupados de propios a los pueblos de esta Doctrina, para

auxiliar con lo que el de ocurrir a Vuesa merced, haciendo pa–

tente la presente necesidad, enterado de su honor

exactos y

públicos servidos que tiene hechos en el servicio de nuestro

Soberano,

¡lido

suplico que auxilie a aquel ca.vallero

tropa, sacándolo de aquel páramo, que sólo Vuesa mer·ced lo