Previous Page  119 / 176 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 119 / 176 Next Page
Page Background

111

titud de presos, bien entendido que las averiguaciones sólo han

de comprender el tiempo posterior al perdón. Nuestro Señor guar–

de a Vuestra Merced muchos años;-Cuzco y Mayo 20 de

1783.–

B~nito

de la Mata Linares.-Señor Don Francisco Salcedo, Co–

rregidor de la provincia de Tinta.

Excmo. Señor.-Muy venerado Señor mío, con motivo de ha–

bérserne pasado las dos listas de presos que acompaño oon los nú–

meros lo. y 2o., se impondrá Vuestra Excelencia ser su número

el de

133,

y habiendo deseado imponerme de los delitos o ciau–

sas de su prisión, no hay otro documento ni razón, sino lo q)ue

designan ellas mismas. Deseando proceder con la justificación

que exije cada delito, porque no todos han de merecer igual cas–

tigo, muchos habrán inocentes de los no comprendidos en la

fa–

milia rebelde, y de los de ésta los más no tendrán otro delito

que el de llevar este desgraciado apellido o el enlace que ten–

gan con él por consanguinidad y afinidad, he puesto las respec–

tivas órdenes a los corregidores de Ja¡¡ provincias de Quispfoan–

chi Y Tinta de· donde se han remitido todos para que formen las

correspondientes sumarias a cada uno de los que hayan envia·

do, siendo más natural y más fácil practicar estas diligencias en

los parajes donde havían residido y cometido sus excesos, corno

que allí muchos podrán deponer de vista y ciencia, sin causar

al

lo dicen: "he vivido receloso de las ofertas que hicieron los re–

beldes, cuando advirtieron el indulto que les concedí, y siempre

he creído indispensable, extraer del Reyno a

los principales

caudillos". Y •esto maquinaba el Virrey mi·entras esos mismos

caudillos •cump1Han con la 1promesa jurada, pacificando y resta–

bleciendo la vida normal en todas !<as provincias. Sin embargo,

ya habfa orden para reduJcir

,31

prisión ·a Diego Criositóbal, a

su familia

y

ami,gos, no obs'tante que hasta el 5 de Mayo de

1783,

según lo manifiesta el propio Jáuregud "no habían dado

unas pruebas positivas y claras de su reincidencia". Y luego

a:grega que informado ¡por el Corregi·d<>r de Qui.spicamchi "que

Mariano Túpac Amaru

(1hijo de José Gabri·el Túpaic Amaru)

con noticia y consentimiento de su tío Cristóbal trataba de con–

mover nuevamente el Reyno".

¡Cuánta mentira

i~pútdica

! ...

¿Cómo es ·posible que Mariano, que sól? conta·ba diez.

r

ocho

años, .en lai fecha a qiue se r·efi.ere el Virrey, en eil o.ficto que

comentamos y estando en Lima, acompañado a todas pa11tes Y

1con

vigilani~ia

estricta 'J)Or un "Oficial de confi:i!'za", _traitara

de conmov·er nutev·amente el Reyno?... Y tairnbien ¿ .como es

posible que el heroico y probo Diego Cristóbal !úipac Amaru

encomendara tan importantísima misión a

~u

sobrino, a un me–

nor de edad v casi prisionero en la urbe virrevnal?