REVISTA QU I NCENA L
I LUSTRADA
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(
PARA ELLAS Y PARA ELLOS
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luchar)
queremos
discutir; en la lucha <.:e tiemplan
los espíritu·~, en la d iscnsión se
hace la luz.
Nuestra primera palabra no se–
rá ni una promesa ni una úplica.
erá
un
grito de combate .
Nos falta. la experiencia, pero
nos sobre la audacia, la experien–
cia
fraca.saá
veces, la audacia
triunfa siempre.
Nuestro grito es el grito supre–
mo de una raza que se hunde , es
una imprecación de rebeldía con–
tra el oleaje que nos arrastra.
Encarna la desesperación de una
juventud que ha luchado contra
todos los molinos de viento y que
esta en peligro de oir los consejos
del escudero.
Hemos sacudido nuestro espí–
ritu de prejuicios seculares, he-
mos rasgado el velo de todas las
timideces
y
nos hemos lanzado·
á.
una nueYa cruzada. Insú.ltenos en
buena hora la burguesía del espí–
ritu. T enemos
á
honra ser Quijo- ·
t es .....
Luchar es vivir. Sólo los espí–
ritus m ediocres temen la lucha,
porque no són dignos de ella . ...
Ante las m ezquindades de nues–
tra · política no hacemos un ges
to de asco, callamos ... El silencio
es la altivez , es la prot<-:stade las al–
mas grandes. Pero hay otras lu–
chas , las luchas de ideas. Las que
estremecen el alma nacional
ó
el
alma humana.
Y
no ~ornar parte
en ellas es un crimen.
Ant e
1m
atentado el silencio es
la complicidad, ante un éxito la
reserva es la aprobación. Por eso
nosotros hablaremos en 1as gran
des ocasiones y nuestra pobre-