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ALMA LATINA
-No. ¿Cómo iban á salir co–
rriendo? Pero tanto oradores co–
mo asambleístas se pusieron á ha–
cer chistM. Y era una g racia des–
bordante. Una oportunidad . Un
señor hacía como que pronuncia–
ba discursós. Y todos le aplau–
diau. Otros dos hacían como que
se trompeaban. Y no se hacían
nada,. Y por último hubo quienes
le sacaban la lengua
á
los del 4°
año.
-¿Y qné hizo el
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año? ¿Se
reiría?
-No. ¡Jamás! Se levantó co–
m0 un solo hombre. Todos muy
serios. Hi cieron ur1a venia todos
juntns. Y desfilaron.
Uno por
uno. Paso á pa~o. Hasta la puer –
ta.. Desde ahí hicieron otra venia
y sa lieron.
Y así mantuvieron siempre in–
colum.e su prestigio de seriedad.
T. G.
D'ÜR,
,X:uis atoloma
..AS
l etra~ caste llanas están de
duel o, han perdido
á
uno de sus
más genuinos
representantes,
á
Luis Coloma.
Coloma, descendiente de hidal–
ga
cepa andaJuza, aristocrático,
fino, caball eroso, frecuentaba los
salones de la nobleza madrileña,
cu ando dió á luz su prime;ra obra
«Solaces de un estudiante» .
Un accidente inespérado, que
que puso en peligro su existencia.
viene
á
transformar comp letamen–
te su vida, de mundana que era,
en ejemplar discípulo de Loyola:
es en este período donde comien–
za á florecer su exquisito arte no–
velesco.
Guiado hábilmente por esa ilus–
tre y sapientísima escritora que
en vida llamóse «Fernán Caballe–
ro»; el joven Coloma, comenzó
con asiduidad
á
empaparse en las
obras maestra de los grandes no–
velistas españoles, tal
foé
su cons–
tancia y dispssición en su estu–
dio, que en muy poco tiempo al–
canzó , completo éxito literario.
PEQUEÑECES: su primera novela
de costumbres, nos muestra el
temperamento artístico del P . Co –
loma, la precisión y estudio ver–
daderamente profundo del sen–
sualismo aristocrático madrileño
de aquellos t iempos, está delinea–
do admirablemente en cada uno
de los personajes que nos presen–
ta.
Esta exactitud en los persona–
j bs, dió lugar á una acerada críti–
ca de la prensa española y
á
l a
protesta de muchos arístócrafas
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que se creyeron aludidos.
Pero esto¡;¡
contratiempos no
desquisiaron el triunfo de su obra
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