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ALMA LATI .A

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rronto por nuestras crdles la pompa de algún dístago del elef;inte sagn:1dn

rl<d'1ía·m

y si

alguna tribu salvaje ele nuestro O1-iente se propone, cumplien–

do

su:§

rit.os

bañarse en sangre humana

y

hc1ce

rse collnr

e~ de cráneos, no po–

drán i

mpedir

selo nuestros soldados. La ley los

ampn.rn

! El

20

de O:::tub1-e ha

~ido dado ln 1ibe1·tad de cultos, podernos de~d

e ahon-1

profesftr el nrnhome–

tismo que autoriza la poligamia o el fetichismo que preconizr1 el sncrincio hu–

n~ano.

La sagrada trnclición de cuatro siglos ac¡¡ba de caer. De hoy en adelante

seremos más

civilizados,

ü·ndremos más que nunca adoradores del sol que

más calienta, serán deificados todos los pre~identes y se elevarán templos a

los asesinos.

¡Bendita Libertad ele cultos!

FIGURAS EXCELSAS

D. JOSE GALVEZ

Los hombres que piensan y que sa–

ben comunicar sus pensamientos, los

que hacen comulgar a las muchedum–

bres con la blanca hostia ele sus idea–

lidades, merecen en nuestra historia

un sitio preferente. Son, en horns ele

claudicación

y

de condescendencias, la

voz que acusa

y

la imprecación qne

subleva. Son la finnezay la fé en medio

de nuestras masas doblegadizas como

campos de trigo

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primer soplo de

tempestad o a la primera brisa de

é:,dulacióu.

Por eso coloqué junto a los jazmines

frngantes de Luis Benjamín Cisneros

los laureles onttorios de su hermano

D. Luciano, por eso quiero· hoy derii–

car estas líneas a la memoria ele D.

José Galv<::z.

Fué

la

espada

y

fué la idea. Fué el

C<1dáver despedazado por

el

último

:rn rpazo del león de Iberia

y

foé la

fortaleza inquebrantable en la gene–

nisidad de una utopía que Yienen rer–

~iguiendo todos nuestros ilusos clescle

el poeta ele HurnachÍ!·i hé1sté1 el 11udaz

rn ptor de estrellas que murió en Do–

modosola.

Galvez foé liberal.

Yu

respelo su li–

beralismo porque supo demostrnrlo

no con la vacía bm1,tli<l:-1d de léts frar

ses, s1110 con el elocuente silencio ele

los hechos.

Gal vez foé altivo. No supo ele tran–

sacciones vergonzosas ni de ,1ba11do–

nos culpabies. Fué altivo sin étlarcles

y

sin desplantes. El

y

su hernrn no D.

Peclro supieron dar a nuestros pé! rl:1-

men tos adormeciclus, g[-1l!a rclél s leccio–

nes de hon rnclez

y

de patriotismo.

Fué no solo el luchador

y

el

pGtri–

cio, foé tnmbién el legislador

y

el edu

cador.

Como legislador tiene el mérit{) de

haber siclo el iniciarlo1· del Derecho l'e–

nal que el llamaba Derecho Correcciu–

nal. Como educado1- consiguió eln·:ir

el hü,tórico colegio de Nuestra

Señora

de Gu,1cialupe lrnsta un nivel ig1rnl o

superior al de los clau s tros CHroli110s .

En las horns "1 rn;-1 rg,1s del Echeni–

c¡uismo, se reunieron los ht)m hres pro–

bos en torno suyo

y

emprendieron l.-1.

obnt ele regenerar ét la Patria por cen–

tésima vez.

Fué entonces

CLrn

nd o se clecreló la

:1

lioliL·ión de la escl ct,·itud

y

cumjdo se

escuchó su yoz pidiendo siempre oh·i–

do

y

libe1·tad. Olvido ¡rn rn los venci–

dos, lihertacl pii ra los Yencedores. So–

bre estns dos hHses se inspiró la co1)s–

titm ió n del 56_.