tT
mes
y
ano
,
para prosegllir los Autos que se fortnan en consecuencia
del aviso que tubo Ja Real Sala el dia
catorce
del qw:!
corre sobre
lo ocurrido en Ja Plazuela del Colegio de
Montesion
,
que fue de
los
R egulares de la CompaFiia del nombre de J erns
:
Certifico , doy
fe
y
verdadero testimonio , como de los Autos que se hán formado
hasta el dia de la fecha , resulta lo siguiente :
1
o Que el dia catorce del que corre
á
cosa de las diez de la
mañana D.
Antonio Bisq!4erra,
Asesor del Excelentísimo Señor Capi–
tan General para la formacion de los Autos ele ocupacioo de las tem–
por-alidades , que fueron de los
R egulares
de la
Compaiiia
de esta 1s–
la , por órden de su Excelencia , comunicó al Real Acuerdo , que
á
cosa de las ocho
y
media de la misma mañana , al pasar al cita.–
do Colegio para ,continuar su comision , encontró frente de
[11
~uerta
principal de la Iglesia un número de gente, que entre hom–
bres. , mugeres ,
y
niños , serian cosa de ciento
y
cinquenta perso–
nas ;
y
que llegando al Colegio , preguntó por la novedad ,
y
se
le respondió , que todas aquellas gentes estaban mirando á nuestra
-Señora de la
Concepcion
,
que estaba encima de la portada de la
Iglesia de cuerpo entero ,
y
decían que· antes tenia las manos jun–
tas;
y
que entónces se observaba tenerlas cruzadas sobre el pecho,
ó
ladeadas: Que sabiendo de cierto que no habia habido novedad
en la estatua ,
y
oSservado un susurro en las gentes,
y
que se
iba engrosando el número de las que venían
á'
vér el fingido mila–
gro , <lió orden
á
la Tropa que está para resguardo del citado Co·
legio , para que hiciese despejar ,
y
se pusiesen centinelas para im–
pedir que se juntasen mas personas : Y que entendido por el Real
Acuerdo , mandó este al Señor
D on Felipe Miralles
,
Oidor en el
mismo , que entendiese en la causa,
y
diese•todas las providencias
que considerase útiles para el descubrimiento
y
averiguacion del
hecho , su motivo
y
resultancia.
r r
Que inmediatamente de firmado el Real Auto , el comisio–
nado salió del Acuerdo , nombró por Escribano
á
Marcos J oaquín
Ru.sello
,
Notario,
y
pasó al parage en que se suponía la novedad
á
cosa d<;; las diez
y
media de la mañana , acompañado del Escri–
bano
y
un Ministro, para continuar las diligencias que convinie–
sen
y
se ofrecieseu: Y al pasar allí del parage de donde se empe–
zó
á
descu brir la Plazuela del referido Colegio, observó en ella
y
en sus inmediaciones un grueso número de personas de todos sexó s
y
edades ,
y
al acercarse
oyó
el
m~mullo
, que señalaba alguna