·.5·8.
rar
amarg.101ente
la
m~y~r
pJrtc del di1,
y
de
fa
noche!
pC1es
si
el
llanrn por su
rm'.lfaku no
pu ede
ser
iridican'ce ·
dC
otra· cosa qll e del dólor,
y
·de la inco111odidad
<:
Q
1e
lrabaj.>s,
y
qu:: incomodidades no
serrn
los
que
corres·
ponden
á
llf~1\lanto
tan cominuJdo, ry aesmcdido ( Q•1e do•
lores de estomago,
y
vientre oo
afligiran al
trisre
ino·
d nte ! Que
indigestiones no
le
oprimiran
!
Q_1e
.!lrqo–
r~s
110 -
escoriaran su pielecií:a.!,_
Yque·
desaso~iegos
no · le .
n1olestarán para que
no
puedan
goz.lrel mrnor
alivio~
el
nieHo.r sos iego!
" · · Una persona mayor, por fin en medio de sus
i:nas
graves
ó
molestis enfermedades tiene el consuelo de ex–
plicar su dolor, asignando
á
lo menos la parre doliente,-·
crn~ndo
no pueda lncerlo
-ele
otro modo: t¡¡.I
vez
save
in–
fOrmJr de algunos indicantes, que observa en si mismo :
tal -
V(Z:
atina con algunas
cau~as
que
hayan
podido conu iboir.
á
sÚ
dGlencia;
y
tiene el gusto,
y
la satisfacion de
vér
que le
aplican · algtinas medicinas comprobadas,
ó
inocentes ; pero
un
infeliz:
inocente que no tiene
o cro
idi oma para cx–
pkar
sus
t1 ab~jos,
sino las lagrimas, los
sollosos,
y
el lbn–
tÓ
2 que:
consuelo hallara en
los
brazos de una Ama
w~nal.
, quando en !os de:
Sl!
propia .Madre se atribnyen
3~s
tiernas qllexas
á
im
1
pertine~cias
,de
m
primera edad,
sir
hacerse el
cargo~
que
n~die
,!
lora ( mucho menos en
aquella
dad
incapaz de
fingir ,
y
aparentar ) sin justo
motivo que los aflige,
y
atormenta ? Pero que compasion
!
stÚ
enfrrmedatlcs se miran con desprecio,
á
titulo de ino •
Únte\
y
esrraños;
y
ha~ta
su mueue se mira con indiferencia
;i
iiculo de que
se:
van al Cielo; sus continuos llantos no ha–
lla~n
otro lenicivo que los orranques de impacienci1, con que
una Ama
irritadl no pudiendo sufrir sos justas quexas, lo
'1)¡n~Qn~
wbrc
un~
u.ma,P.~ra
que
llore~
s ritc1
y
~im:\
~~