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44·'
te~,
y
que el cultivo de las tierras, de
qlle
saC";;ban su
n' anurrncion,
y
riqllrzas,
mc·1
eci6 toda
su solicirud,
y
rnicfa do. Pues eno
miimo,
pro~igue,
c.bH·rvJron los
Pue–
blos füp añc,\es,
miC'ntras
~e
ocupa ro
n enlas guerras
con·
tra·
los
Moros.
C oni pra
luego
á
E spaña,
y
Roma;
á
CHa t•n tien1po
dr s u
m;;ym gloria Monard1ica, con
el
tNs
fl orecie11e estado
nm
canril
de
aquella;
y concluye
dicier-do, que
la
grandeza
de
este
Reyno
consiHe mas
en
la
opulencia
,de
.sus
Comercios~
.que en
la
foerza
de
SliS armas.
.J
,.
Por a[fual indíspo5icion del Editor,
110
puede '\JerÍ·
ficarJe la comi1macion de e,te Periudico
eri
algunos dias;
Jo .'que scrllir4
de
prevencion
a
lo s SS.
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~u
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1