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miento acompañac!o del, por entonces, Ministro del Ramo, doctor don
Eleodoro Romero, decretara la renovación del mobiliario
y
el aseo del
saloncito
cm
que, desde
i
884,
funr:iona la Dirección.
Hoy el despacho del Director está amc.blado con modesta decen–
cia, se ha pintado el salón de lectura, refeccio1rnclo las mesas, reparado
las dos esculturas de adorno, arreglado e! patiecillo que con aquel co–
munica, cambiado las baldosas <lel vestíbulo y practicado otras mu–
chas pequt.ñas mejoras. Actúalmente se trabaja en cambi;u
el
servicio
de agua,"por el mal estado en que se encuentran las cañerías.
Resta solo por decretarse la pintwra exterior y
la del patio del
edificio,
y,
lo que más que todo interesa, la construcción de estan–
tería, sin la cual la Biblioteca mal puede progresar.
XII
Publicación bibliotecaria.
Entre los manuscritos adquiridos con la compra que, por ley del
' Congreso, hi7.o el Gobierno de la librería Zegarra, encontrábase uno
titulado
Flor de Acadmzias,
sobre el quC'l
llamé la atención del Minis–
terio.
Ese manuscrito dd que solo era conocida una copia que existe
en
el
B'itis!t 111useum
de Londres
y
de la que solo teníamos noticia,
en el Perú, por
referencia~
de los académicos españoles Menéndez
y
Pelayo, Gayangos
y
marqués de Valmar, es una compilación de pro–
ducciones literarias
leída~
(en
17
ro)
cm
la tertulia semanal que, en el
palacio de Lima, ofrecía á sus amigos intelectuales el virrey marqués
de Ca.stel-dos-Rius. No
e~
s0lo la forma estética de los trabajos lo
que interesa en el manuscrito, sino también las noticias de caracter ·so–
ciológico é histórico.
El Gobierno dispuso que por el Ministerio se contratase la impre–
sión de 500 ejemplares, de
los que
300
serían distribuidos ent·re las
Bibliotecas, Universidades y demás instituciones del extrangero que
nos han favorecido con el obsequio de libros. Ya era tiempo que el
Perú correspondiese con una obra de mérito intrínseco
á
quienes se
han manifestado. desde
1884,
solícitos por aumentar nuestro caudal
bibliográfico.
Es una deuda de decoro la que el Perú ha
~atisfecho,
y
hónrome en haber puesto para ello mi pequeño contingente, como
prologuista
y
comentador de
Flor de
~
tcademias.
Tampoco es merecedor de desdén 1·l servicio que á la Historia
Nacional ha prestado el establecimiento de mi cargo c0n los documen–
tos inéditos que, desde el año anterior, proporciona á la
Revista de
Arcltivos
JI
Bibliotecas,
publiCflción de Ja que han circulado ya seis
tomos.