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Heclfa la selección se han fo1 mad(J
160
volúmenes,
á
cuya . encuader–
nación, así i::omo á la de periódicos y de varias obras norteamericanas,
acaba el Supremo Gobierno de decretar que se proceda.
IX
Catalogación.
Esta labor se halla hoy limitada á la de simple inventario de li–
brería. No cabe hacer catálogos formales cuando, por falta de estan–
tes, no puede darse á los libros colocación segura.
X
Estadística.
Los concurrentes al salón de lectura, durante el año de
10
de
Julio de 1899 á
19
de Julio de
1900,
han sido 2,873, y el número de
volúmenes puestos
á
su disposición
I I
,83
J.
Tengo hoy que repetir literalmente conceptos que consigné en mi
anterior Memoria, los mismos que el ?lustrado catedrático doctor don
Manuel Vicente Villarán amplió luminosamente en su discurso univer–
sitario:-« Apéname apuntar que la mayoría de lectores no concurre
"ímpulsada por el afán de ilust1arse
sino por
pasatiem.po,á falta de
"ocupación seri::i en que emplea'r sus horas. E
l carácter genuino de
" toda Biblioteca Nacional es el de biblioteca de consulta para las per–
«
sonas verdaderamente estudiosas.
1-f.oypor hoy, la Nacional del
" Perú, tiene mucho de biblioteca p
opulary de biblioteca de recreo ó
«de casino. Yo sé bien que si se negara á los concurrentes la entrega
" de novelas, poesías
y
libros frívolos, disminuiría en dos terceras par–
" tes el número de lectores. No parece sino que, en nuestra juventud,
" hubiera más inclinación á ser literatos que hombres de ciencia y de
«trabajo. Muy desconsoladoras deducciones sacará el sociólogo de lo
"que ligeramente apunto, pues la índole de este documento no permi–
« te otras apreciaciones.
»
XI
Mejoras en el edificio.
Después de alguno!S ai1os de clamorosa exigencia, obtuve que
S. E. el Presidente de la República, en su primera visita al establecí-