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i.f
1)/aria de lo!
Llterato1
l1ecefsidad,mas
guíl:a
repetir
las romas,
que recetar mucha de una vez. Toda la
cantidad qne difcurre neceífaria para
curar las tercianas fuaves ,
y
benignas,
ordinariamente es una onza ;
y
en las
graves,
y
que amenazan algun . riefgo,
onza
y
media. Otras
prevenciones~
y.
advertenciás fe le ofrecen muy utiles
para ,}a feguridad de las curac.iones , Y,
una de ellas es ,, qlle en la'cantidad no.
,, fe/ puede dar t egla
fegura.,
y
cierta;
,, pues la buena condull:a,
y
prnden–
,, cia del Medico , es la que debe medir,
,, en los cafos,
y
circunftancias parti–
" culares la cantidad que eO:i
i11di–
,, cada.
Con el mifmo juicio,
y
buena prac--'
tic:i. que en los antecedentes parrafos,
procede nueílro Autor eil la
oc~fion
de
adminiíl:rar la Kina, haciendo varias
diferencias
de difpoficiones , enferme-.
dades,
y
temperamentos
en
qu<J fe debe
ufar de ella. En quanco al
modo
de
pre~
pararla ,
y
recetarla, debe fer fegun l¡
indicacion ,
y
circunfia.ncias
que
éon~
'curren :
_p ropol!~ t~e§
Op_iatas
de
que
.
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